CATACLISMO

PhotoESPAÑA. SECCIÓN OFICIAL MADRID

PHotoESPAÑA. SECCIÓN OFICIAL MADRID

PHotoESPAÑA 2024 se celebrará entre el 10 de mayo y el 29 de septiembre y contará con 84 exposiciones y la participación 293 artistas visuales.
El Festival afronta una nueva etapa con María Santoyo como directora.

Destacamos una decena de exposiciones en la sección oficial.

Catara Rego, Zona de sacrificio, Silo de Hortaleza, Madrid. Del 11 de septiembre al 20 de octubre 2024.

Zona de sacrificio, proyecto ganador del Premio Descubrimientos PHE23, muestra diferentes lugares de Galicia que han sido escogidos para la explotación de recursos naturales, reflexionando sobre el impacto que esta práctica ha tenido en el paisaje y los efectos del proceso de degradación del territorio.

Las zonas de sacrificio son áreas geográficas, generalmente de alta concentración industrial o gran valor natural, destinadas a la explotación y obtención de algún tipo de recurso. Son lugares seleccionados para un fin económico, donde cuestiones medioambientales y sociales quedan supeditadas a los intereses de grandes empresas.

Este proyecto documenta así la huella en el paisaje que la explotación del agua, la tierra y el viento ha dejado en Galicia. Asumiendo el paisaje como una forma de identidad territorial, embalses, minas, plantaciones de eucalipto y parques eólicos han modificado durante décadas un lugar en el que las cicatrices de estas prácticas son cada vez más patentes.

Isabela Muci, Naturaleza muerta, Silo de Hortaleza, Madrid. Del 11 de septiembre al 19 de octubre.

Con Naturaleza muerta, Isabela Muci cuestiona la apropiación y la representación con un uso retorcido de la fauna salvaje y de ciertas especies en extinción. La artista registra espacios públicos de Florida que ilustran la naturaleza con una aparente labor de homenaje y toma de consciencia. Reflexiona sobre la sociedad contemporánea que se empeña en generar una serie de artefactos que recrean la naturaleza para que podamos comprarla. La sociedad de consumo entiende que usando semejanzas con lo natural fomenta la adquisición de la naturaleza cuando en realidad se está destruyéndola con todo el residuo que generan ciertas técnicas de representación agresivas, invasivas y contaminantes y el impacto que esto genera sobre el medio ambiente. El ser humano parece preferir disfrutar del consumo de la naturaleza a través de sus imágenes y de una representación idealizada/ domesticada de ésta antes que dos hechos verdaderamente importantes: por una parte, la propia existencia de la fauna salvaje y, por otra, cómo vivir en el reino de las imágenes que nos rodean y la manera en que éstas afectan y condicionan la sociedad.

La Señorita, los inicios del deporte femenino 1915-1936, Fundación Ortega-Marañón (antigua Residencia de Señoritas), Madrid. Del 20 de junio al 29 de septiembre 2024.

Lilí Álvarez (1905-1998) es una figura fundamental de la historia del deporte español. Aunque destacó fundamentalmente como tenista y patinadora, practicó otros muchos deportes como el esquí, el alpinismo y el automovilismo. Fue, además, la primera mujer española que participó en unos Juegos Olímpicos, los de París de 1924.

Esta exposición quiere conmemorar el centenario del olimpismo femenino español en la antigua Residencia de Señoritas, que acogió a figuras fundamentales de la vanguardia artística, literaria, política, intelectual y social femenina desde su fundación en 1915 hasta la guerra civil. El proyecto centra su atención en la figura de Álvarez, pero se explora los inicios de la práctica deportiva en España y su vinculación con la modernidad tanto en el ámbito privado como en el profesional, que iniciaba un arduo camino hasta su consideración actual.

A finales del s XIX y principios del s XX comienza a permear en las sociedades avanzadas occidentales la noción de lo que es saludable y del buen físico, popularizándose gracias a la aparición de los gimnasios modernos. La asociación del deporte con el ocio moderno elitista se generaliza en la Inglaterra del s XIX coincidiendo con el proceso de industrialización en el que conceptos como la eficiencia, la productividad y la competitividad aparecen en la sociedad proliferando los clubes y campeonatos y la profesionalización de estas prácticas por un amplio espectro social.

La inclusión de la mujer en el ámbito del deporte en el primer tercio del siglo XX fue minoritaria y exigió un enorme esfuerzo y sacrificio personal de aquellas deportistas quienes, como Álvarez, abrieron un camino que todavía a día de hoy tiene retos que afrontar para alcanzar la plena igualdad.

Barbara Brändl, Poética del gesto, política del documento, CentroCentro, Madrid. Del 19 de junio al 22 de septiembre 2024.

Barbara Brändli nació en Suiza (Schaffhousen, 1932), pero se convirtió en fotógrafa en Venezuela, donde vivió y trabajó hasta el año de su desaparición (Caracas, 2011). A lo largo de cinco décadas, ante su lente posaron artistas, músicos, actores, bailarines, artesanos, modelos, políticos y empresarios de la sociedad venezolana. Si bien Brändli es reconocida internacionalmente gracias a su libro Sistema nervioso (1975), incluido por Martin Parr en su selección de los mejores fotolibros (Fenómeno fotolibro, 2017), su legado contiene material fotográfico (y no fotográfico) inestimable para la memoria histórica latinoamericana.

El valor de la obra de Brändli no se reduce a su relevancia como “documento histórico”, también reside en la manera en que ella entendió la fotografía documental. El hecho de haber sido bailarina amateur y de haber trabajado como modelo para revistas y diseñadores antes de convertirse en fotógrafa le permitió comprender la importancia del gesto y la pose. Al mismo tiempo, le condujo a experimentar en carne propia el proceso de desposesión al que el “sujeto” fotografiado es sometido al ser convertido en “objeto” de representación.

Probablemente para superar esta posición, Brändli puso en práctica una metodología de trabajo y una ética de vida que nos invitan a ver en sus proyectos las bases de una redefinición de la actividad documental: del fotógrafo como cazador al fotógrafo como tejedor de relaciones. Los proyectos documentales de Brändli, como Los hijos de la luna (1974), Los páramos se van quedando solos (1981) y Así con las manos (1979), son el resultado de largos años de trabajo en los que la autora convivió con aquellos que no se convertirían en objetos de sus fotografías, sino en sujetos de sus historias.

Albertine Meunier, ¡Ay, ay, IA!, Instituto Francés, Madrid. Del 12 de junio al 18 de julio 2024. PHOTOESPAÑA.

Albertine Meunier (Ivry-sur-Seine, 1954) trabaja en el campo del arte digital desde 1998, utilizando Internet en particular como su principal fuente de inspiración. Su obra cuestiona el nuevo mundo que nos rodea, desde un punto de vista crítico, pero también lúdico. En sus obras, la artista intenta revelar lo invisible, la poesía digital.

El mundo de Internet, que ella conoce tan bien, se ha convertido en su material de creación y exploración. En sus investigaciones y en las obras que crea, intenta revelar lo invisible o la poesía de lo digital. La artista crea formas sencillas y mínimas que, en ocasiones, parecen improvisadas y se mantiene, deliberadamente, alejada de la hipertecnicidad de ciertos dispositivos digitales.

A Albertine le gusta explorar las capacidades y los límites de las herramientas convencionales. Actualmente, su gran afición es la generación de imágenes «artificiales». La inteligencia artificial facilita la creación de imágenes. Percibida como un peligro para el fotógrafo, la I.A. es una oportunidad para que los artistas digitales exploren nuevas posibilidades. A la fotógrafa, también le interesa el juego con estas nuevas herramientas para generar imágenes artificiales

En sus últimos proyectos Meinier explora las posibilidades de la IA y su capacidad para generar imágenes. En series como Hyperchips o En Maillot de Bain explora cuestiones como la fragilidad de la IA, o incluso su pudor. Así mismo obras como My Google Search History, One cow e IA Patatras, demuestran que, desde los datos hasta la Inteligencia Artificial, los artistas digitales revelan, juegan y detectan funciones digitales que rara vez carecen de consecuencias en nuestras vidas

Widline Cadet, Lleva esto contigo, Casa de América, Madrid. Del 31 de mayo al 7 de septiembre 2024. PHOTOESPAÑA

Widline Cadet, artista de origen haitiano, utiliza su práctica fotográfica para reflexionar sobre la naturaleza de su experiencia diaspórica, abordando ideas como el parentesco, el legado intergeneracional y la fragilidad de la memoria. Aparentes opuestos como presencia y ausencia, realidad y ficción o pasado y futuro se repiten en todos sus matices.

Cadet combina imágenes de archivos familiares con las fotografías que ella misma toma de su propia familia y amigos, de personas hasta entonces desconocidas y autorretratos. Juntas forman un único archivo en el que coexisten diferentes generaciones y capas temporales. Abordar la historia de su familia a través de hipótesis crea una interesante dinámica entre realidad y ficción. Cadet reúne ambas en una auténtica “istwa”, palabra kreyòl que significa historia.

El título de la exposición [Lleva esto contigo] hace referencia a multitud de cosas. De niña, la frase se le ocurrió mientras preparaba su traslado de Haití a Estados Unidos; de adulta, le recuerda lo que debe llevar cuando viaja entre los dos países. Las palabras también apuntan a la capacidad de la fotografía para aplanar objetos tridimensionales y convertirlos en algo que se puede guardar en el bolsillo. En tiempos de pérdida pueden, por tanto, forjar un vínculo entre personas muy separadas en el espacio o en el tiempo.

Alejandría Cinque, Laura San Segundo, Las hijas de Minerva, Museo del Romanticismo, Madrid. Del 31 de mayo al 29 de septiembre 2024. PHOTOESPAÑA.

En una casa burguesa del Romanticismo, la sala de billar era un espacio destinado a la sociabilidad masculina. Solo los hombres jugaban mientras las mujeres miraban la partida, sentadas apaciblemente a su alrededor. Esta segmentación por género ha sido reproducida de manera simbólica por el propio Museo al colocar una galería de retratos femeninos de la época en las paredes que rodean a la mesa de billar.

Más allá de mostrar la evolución de las modas de las damas románticas, este pequeño gesto actualiza el discurso de la colección y trae al presente la cuestión de género, clave en la propuesta que Laura San Segundo y Alejandría han planteado para dialogar con este espacio singular, así como la ideología de una época de la que aún hoy somos herederos.

Las hijas de Minerva es un proyecto fotográfico instalativo y performático en el que varias jugadoras desarrollan figuradamente una partida de billar. A través de distintas acciones, del uso del uniforme, de la transformación de la mirada en un ejercicio activo, y de la figura mitológica de Minerva como hilo narrativo y conceptual para construir y dirigir a las jugadoras, la partida se convierte en un campo de batalla donde luchar por la emancipación de esa corporalidad vinculada a una feminidad decimonónica.

Lúa Ribeira, Agony in the Garden, Fundación Lázaro Galdiano, Madrid. Del 30 de mayo a 25 de agosto 2024. PHOTOESPAÑA

Contraponiendo los extremos del hedonismo y nihilismo encarnados en la escena musical del trap y drill en España, la serie Agony in the Garden de Lúa Ribeira es un encuentro cercano con jóvenes involucrados en una ola cultural global y diversa que se desarrolla de manera única a nivel local. La autora gallega trabajó con jóvenes involucrados en la escena para crear una serie de imágenes líricas y enigmáticas que apuntan hacia temas más universales. Desarrollada entre 2021 y 2023 con la pandemia como telón de fondo, la serie presta atención a los movimientos juveniles contemporáneos y reflexiona sobre su potencial y su relación con el contexto actual de precariedad laboral, violencia institucional, crisis migratoria, financiera y medioambiental.

Los géneros son conocidos por el contenido nihilista de sus letras y por retratar la dualidad entre una vida precaria y otra de lujo y fama, que se hace tangible en el ámbito global- digital-online. El hedonismo frente al nihilismo, la oscuridad frente a la alegría, la glorificación de la riqueza y la banalización de la violencia resuenan como respuesta a los valores, mercados y estructuras de la sociedad contemporánea del capitalismo tardío.

En España -país con una acentuada tasa de desempleo juvenil- el drill se ha convertido en una poderosa expresión de precariedad y un boom cultural liderado por una demografía que no es predominantemente blanca. Es en ciudades como Madrid, Almería o Granada donde las generaciones más jóvenes están explorando los sonidos y estética foráneos y haciéndolos suyos. El proyecto es un intento de leer entre líneas el significado que emerge de estos sonidos y gestos, producto de nuestro tiempo, y a menudo representados como superficiales. A través de su investigación visual y una colaboración performativa que es parte integral de su trabajo, Ribeira se centra en una serie de gestos y paisajes para evocar una atmósfera particular.

Consuelo Kanaga, Atrapar el espíritu, Fundación MAPFRE, Madrid. Del 30 de mayo al 25 de agosto 2024. PHOTOESPAÑA.

Profundamente comprometida tanto en su trabajo como en su vida por la justicia social, Consuelo Kanaga (Oregón, 1894 – Nueva York, 1978) es célebre por la intensidad con la que sus imágenes enfrentan al espectador a algunas cuestiones como la pobreza, el acoso racial o la desigualdad sobre todo en relación con la población afroamericana en Estados Unidos. No obstante, también defendió y experimentó las posibilidades formales y poéticas de la fotografía como forma artística.

Figura poco convencional, Kanaga llegó a ejercer profesionalmente el fotoperiodismo en una fecha tan temprana como la década de 1910 en Estados Unidos. Fue también fue una de las pocas mujeres que mantuvo una estrecha relación con los círculos de vanguardia estadounidenses, tanto en San Francisco, con el Grupo f.64, como en Nueva York, con la Photo League. En estos contextos, su amistad y apoyo profesional abrió el camino a relevantes fotógrafas. Sin embargo, las desigualdades de género y las convenciones sociales limitaron su capacidad para dedicarse plenamente a la labor artística. Desempeñó trabajos a jornada completa, practicaba su arte durante los fines de semana y en repetidas ocasiones aparcó su carrera por sus parejas masculinas; estas son algunas de las razones que explican por qué su obra no es más conocida en la actualidad.

La exposición, organizada a partir de la colección del Brooklyn Museum, que ha velado por el archivo del artista, cuenta con cerca de 180 fotografías y diverso material documental de archivo. A la vez que recorre y contextualiza el trabajo de Consuelo Kanaga y presenta algunas de sus imágenes icónicas, incide también en el papel de la fotografía en la representación del mundo afroamericano.

Paloma Navares. Luz de intuición, Real Jardín Botánico, Madrid. Del 23 de mayo al 1 de septiembre 2024. PHOTOESPAÑA

Comisaria: Ángeles Imaña.

La destacada producción de Paloma Navares (Burgos, 1947), Premio Trayectoria Fundación ENAIRE 2024, responde a diversos procesos de investigación en los que indaga las temáticas sociales: especialmente profundiza en el mundo de la mujer, sus ritos, costumbres y tradiciones; las emociones internas y sus extremos (entre ellos, la locura y el suicidio), el paso del tiempo, la imagen ideal del individuo social, la cuestión de la belleza corporal o la muerte.

Su lenguaje plástico está sustentado, desde sus inicios, en la práctica interdisciplinar y en la búsqueda de un clímax en la puesta en escena de sus exposiciones, el ensamblaje de técnicas y soportes y la utilización de materiales industriales, incorporando otros lenguajes como pueden ser la danza contemporánea, la expresión corporal o la literatura. Fotografía, vídeo, sonido y luz se unifican en sus instalaciones, esculturas, objetos, collages o escenografías.

La exposición Luz de intuición recoge piezas de las diferentes etapas artísticas de la autora, en la que, de una forma delicada pero contundente, muestra como aquello que para ella es una inocente intuición, se convierte en una intensa realidad. Sus obras, sin que haya una intencionalidad previa, están cargadas de un rotundo discurso de género, que le hace ser a la vez pionera en sus inicios y vigente en la actualidad. La selección de trabajos de esta muestra propone un recorrido por toda su trayectoria artística: desde las apropiaciones de las mujeres en el arte clásico, pasando por la inspiración de la naturaleza como vehículo conductor de sus mensajes, las autorreferencias y, finalmente, el uso de la Inteligencia Artificial.

Cristina García-Rodero, España oculta, Círculo de Bellas Artes, Madrid. Del 16 de mayo al 25 de agosto 2024.

García Rodero (Puertollano, 1949), Premio Nacional de Fotografía en 1996, Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes en 2005 y Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo en 2014, entre otras muchas distinciones, es un referente indiscutible en la fotografía contemporánea. Desde sus inicios, ha recorrido miles de kilómetros en una búsqueda constante de imágenes y personajes.

Ese comienzo se remonta a 1973, cuando la Fundación Juan March le concedió una beca de creación artística con la que compró su primer equipo y recorrió durante un año los pueblos de España con el fin de documentar y preservar sus fiestas, ceremonias, ritos, tradiciones y formas de vida: «Intenté fotografiar el alma misteriosa, verdadera y mágica de la España popular, con su pasión, el amor, el humor, la ternura, la rabia, el dolor, con su verdad; y los momentos más intensos y plenos en la vida de los personajes, tan simples como irresistibles, con toda su fuerza interior, en un desafío personal que me dio fuerza y comprensión y en el que invertí todo mi corazón». Fruto de ese trabajo fue la serie de fotografías recogidas en España oculta (1989), libro que fijó el rostro y el espíritu de un momento muy especial del país y que se convirtió en un hito fundamental de la historia de la fotografía en España.

En 2023 se estrenó el documental Cristina García Rodero. La mirada oculta, dirigido por Carlota Nelson y producido por Wanda Films, en el que la fotógrafa recorre lugares y fiestas, al tiempo que repasa su propia vida y experiencias.

En 2024, cincuenta años después de que recibiera la beca que, en palabras de la fotógrafa, «le cambió la vida» y le ha permitido «llevar cincuenta años haciendo realidad un sueño», varias instituciones celebran su trabajo organizando la exposición Cristina García Rodero. España oculta, que, a partir de mayo de 2024, viajará a varias sedes españolas (Círculo de Bellas Artes en Madrid, Centro Cultural La Malagueta de la Diputación de Málaga, Museo de Arte Abstracto Español de Cuenca y Museu Fundación Juan March de Palma, IVAM Centre Julio González) y que mostrará la serie completa de 152 fotografías realizadas antes de 1989.

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