Artemisia Gentileschi, Judit y su criada (detalle), 1618-1619. Gallerie degli Uffizi, Florencia
MAESTRAS
En contestación al borrado histórico, la exposición Maestras, comisariada por Rocío de la Villa, presenta por primera vez en España un recorrido feminista por la contribución de artistas mujeres a la historia del arte desde finales del siglo XVI a las primeras décadas del siglo XX. A través de ocho temas relevantes en el camino de las mujeres hacia la emancipación, en este relato se combina la historia del arte con la historia de las ideas y se exploran aspectos éticos, sociales y políticos.
La conjunción entre periodos históricos, géneros artísticos, estilos y temas es la trama sobre la que se vertebra esta muestra, ys e pone de manifiesto cóo estas artistas abordaron cuestiones candentes en su época, tomaron posición y aportaron nuevas iconografías y miradas alternativas.
Inspirada en la noción actual de sororidad, la exposición destaca lugares y periodos en los que coinciden las artistas, mecenas y galeristas que comparten valores y son conscientes de iniciar nuevas tradiciones. En ocasiones, supieron sacar provecho de condiciones socioculturales y teóricas favorables y excepcionales en el sistema patriarcal. En determinados momentos, contaron también con el respaldo y apoyo de sus maestros, colegas, maridos, hermanos, coleccionistas o marchantes. Pero incluso en los periodos más adversos, se opusieron a la misoginia y a las normas establecidas para ellas.
Maestras es una exposición de mujeres que representan a mujeres y sus intereses. Mujeres cultas, cosmopolitas y comprometidas que recibieron los más altos reconocimientos simbólicos, teóricos y materiales, como modelos de talento, profesionalidad e independencia.
La exposición está dividida en ocho secciones: «Sororidad I. La causa delle done», «Botánicas, conocedoras de maravillas», «Ilustradas y académicas», «Orientalismo/Costumbrismo», «Trabajos y cuidados», «Nuevas maternidades», «Sororidad II. Complicidades» y «Emancipadas».
Elisabetta Sirani, Porcia hiriéndose en el muslo, 1664.
Collezioni d’Arte e di Storia della Fondazione Cassa di Risparmio in Bologna, Bolonia
Sororidad I. La causa delle donne. En el siglo XVII, en Italia, en plena Contrarreforma y en paralelo a los escritos de las autoras de la querella de las mujeres, como Modesta dal Pozzo (Il merito delle donne) y Arcangela Tarabotti (Tiranía paterna), artistas respaldadas por mecenas representan en pinturas de historia figuras mitológicas, heroínas bíblicas y personajes históricos como Judit, Yael, Susana y Porcia. A través de ellas evidencian el silencio impuesto y su exclusión por el discurso patriarcal, que degrada a estas heroínas en historias tergiversadas y pinturas eróticas ofensivas. Lavinia Fontana y Fede Galizia, Artemisia Gentileschi y Elisabetta Sirani conforman tres generaciones de artistas que triunfan con sus versiones castas e inauguran así una tradición alternativa.
Giovanna Garzoni, Naturaleza muerta con melón en un plato, uvas y un caracol, c. 1650.
Museo Nazionale della Natura Morta di Poggio a Caiano
Botánicas, conocedoras de maravillas. Durante la época racionalista, cuando se produce la escisión del hombre y la naturaleza tras la revolución científica y el inicio del colonialismo, comienza un periodo de esplendor artístico para las pioneras del bodegón y de la ilustración botánica, quienes fueron apoyadas por mecenas mujeres; precisamente en el momento en que empezaron a ser expulsadas del conocimiento ancestral de las plantas y sus beneficios, cuando se persigue a las denominadas brujas. Son pintoras e ilustradoras formadas junto a científicos que empiezan a utilizar el microscopio, e interesadas por la entomología, como Fede Galizia y Giovanna Garzoni en Italia y las hermanas Rachel y Anna Ruysch en Holanda, para quienes la vida ejerce poder de fascinación a cualquier escala y la representan de manera holística, como un ecosistema donde habitan mariposas, moscas y otras pequeñas criaturas, refutando el simbolismo religioso de la naturaleza muerta como vanitas. En torno a la mecenas Agnes Block en su jardín en Vijverhof, al suroeste de Ámsterdam, se reúnen las principales artistas botánicas: Maria Moninckx, Maria Sibylla Merian y su hija Johanna Helena Herolt.
Louise-Elisabeth Vigée-Le Brun, Lady Hamilton as a Bacchante, c. 1790 – 1792.
National Museums Liverpool, Lady Lever Art Gallery
Ilustradas y académicas. La Ilustración es el tiempo del despertar de las mujeres como ciudadanas en la historia feminista. Ya antes de la caída del absolutismo en Francia, reinas, nobles y salonnières respaldan a las artistas, erigiéndolas como académicas. Pintoras como Élisabeth Vigée-Le Brun, Adélaïde Labille-Guiard, Angelica Kauffmann, y escultoras como Marie-Anne Collot y Anne Seymour Damer, destacan en el género del retrato, expresión de la afirmación del sujeto y de la individualidad en el origen de la Modernidad. Todas representan a mujeres cultas que buscan su identidad en escenarios teatralizados, como las ruinas arqueológicas al pie del Vesubio de Lady Hamilton.
Henriette Browne, Una labradora norteafricana, 1867.
John H. Josephson y Carolina F. Zapf
Orientalismo/Costumbrismo. En pleno periodo colonial, las artistas emprenden viajes y observan con respeto a los no occidentales, en oposición a la sexualización degradante de sus modelos por parte de sus colegas masculinos orientalistas. De camino al norte de África, la cultura española ejerce especial fascinación por su exotismo. A partir de las escenas del paso de los Pirineos realizadas por Rosa Bonheur, pastores, gitanas y campesinos habituales en la pintura costumbrista española serán reinterpretados en clave orientalista en París. Pero a diferencia de los artistas, pintoras como Henriette Browne y Alejandrina Gessler pueden entrar en los harenes, deshaciendo los tópicos eróticos asentados en los salones parisinos.
Marie Petiet, Las lavanderas, 1882.
Musée Petiet, Limoux. © Photographe Philippe Benoist- Images Bleu-sud
Trabajos y cuidados. Frente al icono de la campesina o la planchadora solitaria de los pintores, durante el siglo XIX las artistas representan grupos de mujeres trabajando en el campo como Alice Havers y Eloísa Garnelo, o durante su jornada laboral en la ciudad, como Las lavanderas de Marie Petiet. Cuando las propias artistas luchan por su inserción en el sistema artístico, su repertorio abarca desde las mujeres en el papel de amas de casa de Lluïsa Vidal y las cuidadoras de enfermos de Henriette Browne, hasta otras escenas en las que ellas desempeñan oficios diversos, como las pescadoras de Victoria Malinowska. En la ciudad moderna las mujeres reclaman sus espacios, también como consumidoras en los grandes almacenes, como refleja Elizabeth Sparhawk-Jones.
Käthe Kollwitz, Madre con dos hijos, 1932-1936.
Colección privada, Colonia, Alemania
Nuevas maternidades. La maternidad es uno de los temas más antiguos de la historia del arte. En el siglo XIX, surge el arquetipo de la mujer como “ángel del hogar” para frenar su emancipación, tema al que se oponen pintoras y escultoras de diferentes generaciones, estados civiles y estilos artísticos, innovando e invirtiendo los viejos modelos. Frente a la mistificación de la maternidad y la abnegación de la madre ante el hijo varón, las pintoras Mary Cassatt, Elizabeth Nourse, Paula Modersohn-Becker y Tamara de Lempicka crean nuevas iconografías que muestran con ternura la dependencia absoluta del bebé. Pero también los tediosos cuidados, las cargas domésticas, en definitiva, la dureza anímica y material de la crianza son reflejados por Suzanne Valadon, las finlandesas Helene Schjerfbeck y Elin Danielson-Gambogi, la danesa Anna Ancher y la sevillana María Luisa Puiggener. Incluso aparece la madre como una protectora animal, conectada con la madre tierra, como la representa Käthe Kollwitz en su espléndida escultura Madre con dos niños.
Berthe Morisot, Las hermanas, 1869.
National Gallery of Art, Washington
Sororidad II. Complicidades. ¿Qué piensan? ¿De qué hablan? ¿Qué comparten las jóvenes burguesas cuando están juntas? Las impresionistas Berthe Morisot, Marie Bracquemond, Louise Breslau y Cecilia Beaux crean nuevas iconografías de la complicidad, la confianza y la amistad entre mujeres, expresada en clave melancólica por la escultora simbolista Marie Cazin. Un mundo privado al margen de la mirada masculina en el que germina el anhelo de libertad.
Maruja Mallo, La verbena, 1927.
Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid
Emancipadas. En el siglo XX, al hilo del logro sucesivo del sufragio femenino en los países occidentales, las artistas vanguardistas tejen redes y siguen mostrando la sororidad con nuevos lenguajes artísticos. En el palco de Helene Funke, con guiño a Mary Cassatt, confirma la consciencia de una tradición artística femenina, que continúa mostrando la sororidad en versiones de Jacqueline Marval, Camille Claudel, Marie Laurencin, María Blanchard y Natalia Goncharova. Las modernas Sonia Delaunay y Alice Bailly, entre otras, proponen a través de la pintura-tejido-moda una nueva concepción del arte y su inserción en la vida cotidiana. Y escenas populares, como las Verbenas de Maruja Mallo, reflejan la alegría de las ciudadanas tras la conquista del espacio público.
Rocío de la Villa, la comisaria de la exposición, ha elaborado además una lista de 34 temas creados por las compositoras que conocieron y escucharon las maestras presentes en la exposición: desde Francesca Caccini, amiga de Artemisia Gentileschi, a las compositoras vanguardistas protagonistas de la Viena de fin de siglo y el París de la belle époque.
Compositoras: Harriett Abrams, Ethel Barns, Markgräfin Wilhelmine von Bayreuth, Francesca Caccini, Ruth Crawford Seeger, Yvonne Desportes, Gunild Keetman, Luise Adolpha Le Beau, Isabella Leonarda, Helena Łopuska, Pauline Hall, Frida Kern, Alma Mahler, Fanny Mendelssohn, Sophie Menter, Alicia Adélaide Needham, Margarida Orfila, María de Pablos, Maria Xaveria Perucona, Catharina van Rennes, Gilda Ruta, Anna Amalia von Sachsen-Weimar-Eisenach, Corona Elisabeth Wihelmine Schroter, Clara Schumann, Blanche Selva, Ethel Smyth, Charlotte Sohy, Barbara Strozzi, Pauline Viardot, Jane Vignery, Maria Antonia Walpurgis of Bavarian, Vally Weigl.
Intérpretes: Ye’ela Avital, Cecilia Bartoli, Maria Bergmann, Alicia Borges, Libby Burgess, Alicia Calabuig, Barbara Chapman, Rosa Domínguez, Amanda Favier, Isabel Félix, Adriana Fernández, Laura Gaya, Raphaela Gromes, Pauline Hall, Barbara Hannig, Eiddwen Harrhy, Marta Hernando Jiménez, Marlen Herzog, Lisa Houben, Clare Howick, Mihi Kim, Sonja Korkeala, Magdalena Lisak, Clare McCaldin, Patrice Michaels, Sandra Mogensen, Ikuko Odai, Christa Pfeiler, Sophia Rahman, Ilse Sass, Candace Smith, Debra Wendells Cross, Carolin Wildmann.
La exposición va acompañada del ciclo de cine “Vidas maestras: huella y testigo de las mujeres artistas (s. XVII-s. XX)” coordinado por Ana Quiroga, el programa de conferencias “Maestras españolas. Construyendo genealogía del arte español” dirigido por Marián López Fdz. Cao y el simposio internacional “Cruces de culturas. Transmisiones y alianzas entre artistas modernas” dirigido por Maite Méndez Baiges, así como un completo programa de visitas guiadas y educativas (para el público general y para profesorado) y un taller práctico para público infantil y familias.
Se trata de la primera gran muestra enmarcada en el proceso de redefinición feminista que el Museo Thyssen está realizando en los últimos años, y cuenta con la colaboración de la Comunidad de Madrid y el patrocinio de Carolina Herrera. Tras su presentación en Madrid, una versión reducida de la muestra podrá verse en el Arp Museum Bahnhof Rolandseck de Remagen (Alemania).
Maestras, Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, Paseo del Prado 8, Madrid. Del 31 de octubre de 2023 al 4 de febrero de 2024.
Comisaria: Rocío de la Villa.
Más información: https://www.museothyssen.org/exposiciones/maestras