CATACLISMO

UNA CHARLA CON ANA CONTRERAS ELVIRA

Ana Contreras Elvira en “Antes de la metralla”. Fotografía de Rubén Vilanova

UNA CHARLA CON ANA CONTRERAS ELVIRA
María Bueno

Recuerdo cuando invité a Ana a una de mis exposiciones en Madrid, de cómo nos habló de su propia práctica teatral a colación de “El Santo Cuerpo Grasoso”, pieza escrita por Leonora Carrington y Remedios Varo, y de cómo hemos mantenido el contacto, intercambio de ideas y conocimientos, hasta el día de hoy.

Ana es una de las grandes profesionales del mundo del teatro en España, sé de su compromiso personal (que no deja de ser ideológico) en los proyectos en los que se embarca y decido hacerle esta entrevista pues necesito respuestas para unirlas a otras muchas que, junto a la mía, puedan “caminar” por los mismos senderos.

María Bueno. Danos unas breves pinceladas de quién eres y a qué te dedicas. ¿Cómo llegaste al mundo de la cultura, del teatro?

Ana Contreras. Soy directora de escena, profesora de dirección de escena en la Real Escuela Superior de Arte Dramático de Madrid e investigadora teatral. A esto me dedico. Actualmente soy también directora de la revista de investigación y creación teatral Acotaciones, y un par de colecciones de literatura dramática, vicedirectora de la Asociación de Teatro del Siglo XXI, miembro de varios proyectos I+D, fundadora de las Jornadas de Teatro y Feminismos RESAD, etc. 

Mi primer acercamiento al teatro fue a la edad de 5 años, en el colegio de monjas, interpretaba a la Virgen María y a santa Catalina de Siena. Luego, a los 17 me apunté a la Escuela Municipal de Teatro de Burgos, y al salir formé varios grupos con antiguas compañeras. En 1998, me vine a Madrid a estudiar dirección de escena en la RESAD, y aquí me quedé (en el teatro, quiero decir. A la RESAD como docente volví más tarde).

María Bueno. Eres directora teatral y docente; una creadora que nos invitas a la reflexión, ¿nos explicas acerca de tus intereses y cómo los vinculas a tu práctica profesional?

Ana Contreras. Pues me interesan muchas cosas, porque me gusta aprender. Peter Sellars dice que para ser directora de escena hay que pensar como quieres que sea el mundo y vivir en él. Tengo claro que quiero vivir en un mundo sin fronteras físicas ni metafóricas, y supongo que el teatro que hago tiene como objetivo, independientemente de lo heterogéneos que puedan ser los proyectos, derribarlas. De ahí que trabaje especialmente en la recuperación de la historia de las mujeres y con colectivos excluidos, y en general con perspectiva feminista, marxista y decolonial, por decirlo rápido.

Como alambre muy delgado, con Begoña Grande, 2021

 María Bueno. Entre los proyectos que has realizado, ¿cuáles han sido importantes y decisivos?

Ana Contreras. Los que más me han marcado son la investigación performativa sobre la vida y la obra de la santa viva española Juana de la Cruz. En el proyecto han colaborado muchas personas e instituciones y ha dado lugar a piezas escénicas singulares, mutantes, como un site specific de teatro comunitario en el Festival Clásicos en Alcala en 2017, o Como alambre muy delgado, una propuesta instalativa y performativa con artes corporales extremas y suspensiones corporales. Además, a partir del proyecto se me ocurrió la idea de crear el Festival Místicas para recuperar el trabajo teatral de beguinas, monjas y beatas, juntar a artistas, académicos y místicos contemporáneos, y en general para ahondar en la relación entre arte y espiritualidad. El Festival Místicas se celebró en octubre de 2019. Y eso me abrió la puerta a otro proyecto, Esta divina prisión, un recital de poesía mística y piano que me propuso Raúl Losánez. En principio iba a hacerse una sola vez, sin presupuesto, y al final hemos montado una compañía, La otra Arcadia, y estamos girando por la geografía española. Es más, durante el semiconfinamiento el Teatro de la Abadía nos propuso llevar a cabo una versión para su sala virtual, que se llamó Prisiones del alma y se estrenó en la programación virtual del Festival de Otoño en noviembre de 2020. 

Otro proyecto especialmente querido por mí es La poesía es mi manta. Surge de un recital de poesía propuesto a la Asociación Sin Papeles de Madrid por el teatro de La puerta estrecha, en Lavapiés, y dirigido por Chery Matus en 2014. En febrero de 2015 surgió la posibilidad de repetirlo con motivo del acto conmemorativo del primer aniversario de la masacre de Tarajal. Chery había vuelto a Chile y me pidieron que lo dirigiera. La experiencia fue muy motivadora, así que nos planteamos convertirlo en un espectáculo teatral. La dramaturgia, creada colaborativamente, es un collage de poemas, canciones y escenas desarrolladas por el propio equipo, que es multicultural. Cuenta el periplo del/a migrante africana/o: la toma de la decisión de migrar, el viaje en sí, la llegada y la vida en España. La dramaturgia ha evolucionado a lo largo de los años. En un principio se trataba de denunciar las condiciones de vida y los falsos mitos sobre los manteros, después se explicitó como un ejemplo de la posibilidad de vivir y crear juntos. En todo caso la obra tiene un objetivo político y se ha representado fundamentalmente en eventos antirracistas, aunque no solamente.

En este sentido, hace una década dirigí sendas adaptaciones de Shakespeare: Hamlett (2009) y Rey Lear (2011) también con un reparto multiétnico. En el primer caso, Ofelia era interpretada por la actriz taiwanesa Huichi Chiu. Concebí la puesta en escena como un diálogo entre la estética asiática y la occidental (así a grandes rasgos), y se centraba en la problemática de Ofelia desde una perspectiva feminista y poscolonial, por así decirlo. En Rey Lear, los actores que hacían de Lear y sus hijas eran extranjeros -cosa que se percibía en su acento- y tenían distinta procedencia étnica (indoamericana en el caso de Lear, afroamericana, asiática y caucásica en el de las hijas), que esta vez no era connotada en la puesta. Sin embargo, y dado que hace diez años no era frecuente este tipo de repartos, en ambos casos la elección del mismo aportaba significados políticos y filosóficos inéditos tanto a estas obras de Shakespeare como a nuestro mundo

También fue importante para mí la dramatización de la comedia de Magia “Cuando hay falta de hechiceros lo quieren ser los gallegos y Asombro de Salamanca”, de Nicolás González Martínez, que hice para la CNTC en mayo de 2018. Hice mi tesis doctoral sobre la comedia de magia del XVIII y publiqué dos libros -uno fue esa y otra pieza del mismo autor (ADE, 2017), y Asombros y encantos, la puesta en escena de la comedia de magia del XVIII (Fundamentos, 2018)- así que poder ponerla en escena, aunque fuese un semimontado y un solo día, fue un sueño.

He dirigido algo más de 40 espectáculos, así que no me extiendo más, símplemente daré el título y fecha de otros montajes relevantes para mí:

– Vano fantasma de niebla y luz. 17 de noviembre de 2021, Naves del Matadero, Madrid.

– Radio Hope. Co-escritura y dirección de escena. Teatro de la Abadía Junio 2021.

– Las siete moradas, espectáculo de creación con el Laboratorio la lavadora, [co- dramaturgia y codirección con Beatriz Santiago], estrenado en junio 2021 en el Huerto de Manoteras, Madrid.

– Super superheldinnen Binge, dramaturgia propia a partir de Super, und dir? de Kathrin Weßling, Superheldinnen de Barbi Markovic y Binge Living: Callcenter-Monologe de Stephanie Sargnagel (Goethe Institut Madrid, 2019).

– Una velada con Juan Larrea, CentroCentro Cibeles (2014).

Neuras, de María Xosé Queizán (2009) y Na Meta, de Thomas Bernhard (2010), ambas en gallego, con la compañía Ónfalo Teatro que fundé con Afonso Becerra en Lugo, la segunda en coproducción con la Mostra Internacional de Teatro de Ribadavia.

Sodom, ópera contemporánea de Eduardo Costa y Darío Facal. Coproducción Güell, Escena Contemporánea de Madrid y Escena Abierta de Burgos (2005).

También he llevado a cabo proyectos artístico pedagógicos con Alicia Blas en la RESAD, como la performance ¿Pero no ha habido grandes mujeres en las artes escénicas?, VII Jornadas de Teatro y Feminismos RESAD – Aulas de igualdad, Ministerio de Educación (2020), o los proyectos de Pedagogía colaborativa y Teatro Discursivo “Duelo y Memoria (2013) e “Inmigración y Desarraigo” (2014), entre otros, y fuera de ella, también con Alicia Blas, para el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía creamos las actividades: Escenarios improbables, actividad artístico-educativa para familias (2017-2019) y Todas las variaciones son válidas, incluida esta, actividad para entidades educativas y sociales (2017-2018).

Con Beatriz Santiago impartí Lugares comunes, taller de microficciones para radio para personas con discapacidad intelectual con Plena Inclusión-Fundación REPSOL, Madrid. Creamos varias piezas radiofónicas e hicimos una muestra-espectáculo en las Jornadas de Teatro y Feminismos de la RESAD en 2019.

Muy importante para mí fue también la creación, escritura y locución del serial radiofónico Valeriana G, para el programa El puente azul, Radio Tentación, Madrid (2001-2003).

Para acabar, otros espectáculos muy importantes en los que he participado pero no he dirigido son:

– INLOCA. Intermezzo appassionato, de Matarile Teatro. Estrenado el 22 de enero de 2022 en el Centro Dramático Nacional, Teatro María Guerrero, Madrid, en el que he sido ayudante de dirección y co-autora de algunos textos. 

– Antes de la Metralla, de Matarile teatro, en el que participé como performer, estrenado en 2016.

Comedia sin título, de Federico García Lorca – Sara Molina, dirigido por Sara Molina y estrenado en Festival de Otoño en 2019, en el que participé como actriz.

Hamlett, 2009. Fotografía de José Luís Esteban
La poesía es mi manta, 2018. Festival Conciencia Afro

María Bueno. ¿A qué tipo de proyectos o propuestas le dirías sí sin pestañear?

Ana Contreras. A una ópera y a un reenactment multitudinario de algún acontecimiento histórico. Eso es lo que más me apetece ahora mismo, algún espectáculo de masas. Pero vamos, mi gran problema ahora mismo es que digo que sí a casi todo, aunque pestañee.

María Bueno. ¿Establece tu línea de trabajo una conexión con tu propia identidad, con quien eres? Si es así, ¿piensas que el teatro es transformador?

Ana Contreras. No me gusta la palabra identidad, y no tengo muy claro quién soy. Hay días que me levanto de una manera y otros de otra. Como diría Silvia Rivera Cusicanqui, prefiero el verbo identificarse que el sustantivo, porque me identifico de manera diversa y heterogénea a cada rato. La identidad es una losa que parece inmutable y te obliga a traicionarte para cumplir con el mandato identitario. Margarita Porete en su libro Espejo de almas simples escribió: “Virtudes, me despido de vosotras para siempre, / tendré el corazón más libre y más alegre, / serviros es demasiado costoso, lo sé bien, /puse en otro tiempo mi corazón en vosotras, sin reservas, / era vuestra, lo sabéis, a vosotras por completo abandonada, / era entonces vuestra sierva, ahora me he liberado”. Creo que hay que liberarse de la identidad tanto como de las virtudes. En este sentido, sí, el teatro es transformador, generalmente, en la historia, para mal. Dice Terry Eagleton que la estética es una forma de naturalizar la ideología, y en general estoy de acuerdo en que el teatro no es un espejo de la realidad, sino a la inversa. Hay que estar siempre muy atenta para no perpetuar modelos que no nos gustan, porque el teatro, como el resto de artes, construye simbólico e imaginarios, que son el soporte de lo real. 

Últimamente me planteo los proyectos no como una forma de definirme sino de saltarme las definiciones y mis propios prejuicios. De investigar y reflexionar sobre temas que me interesan, controvertidos, sobre los quetengo o no una opinión previa formada. El teatro plantea dilemas éticos, y se trata de intentar responder a ellos. Eso sí, no puedo trabajar en proyectos que no me parezcan éticos, eso sí me define.

Esta divina prisión, 2021

María Bueno. Cómo surgen las Jornadas Internacionales de Teatro y Feminismos en la RESAD (Real Escuela Superior de Arte Dramático) y por qué?

Ana Contreras. Surgieron en el curso 2013-14. Ese año Alicia Blas y yo comenzamos a colaborar en el primer semestre con el proyecto de pedagogía colaborativa y teatro discursivo “Duelo y Memoria” con nuestro alumnado de tercero de escenografía y dirección. En el segundo semestre les propusimos trabajar sobre obras de grandes dramaturgas que eran prácticamente desconocidas en nuestro entorno. En concreto: Rosa María Gálvez, Griselda Gambaro, Helena Tornero, Olympia de Gouges, Marie-Louise Fleisser, Gertrude Stein, y tradujimos textos de las tres últimas. Creamos las I Jornadas de Teatro y Feminismos, que llamamos “Fueras de serie” con el objetivo de divulgar este trabajo y el patrimonio teatral de las mujeres en general.

María Bueno. Gracias a tus proyectos de dirección, de teatro comunitario, de investigación y docencia, ¿podríamos decir que es crucial activar una “visión poliédrica” desde el teatro, extensible y conectada a otros ámbitos de la vida?

Ana Contreras. Sí. Creo que es crucial activar la visión poliédrica desde todas partes y para todo.

María Bueno. Referentes…

-Dos creadoras.

Ana Contreras. Pues nombraré a las dos directoras que nombro siempre: Sara Molina y Ana Vallés, grandes artistas y con las que he tenido el placer de trabajar y aprender.

-Un colectivo y propuesta artística.

Ana Contreras. Me gusta mucho la propuesta artística de los colectivos: La Zaranda, de Andalucía; Las Poderosas, de Guatemala; y, de la gente más joven, Raíces aéreas.

-Un evento que te haya marcado.

Ana Contreras. Si te refieres a un evento teatral, más recientemente me conmocionó «Campo minado», de Lola Arias. Y hace muchos años “No me olvides”, de Philippe Genty y Mary Underwood.

-Un espacio cultural y tendencia teatral.

Ana Contreras. Espacio: La Volksbühne, en Berlín. Por otro lado, también es encomiable el trabajo que está haciendo el colectivo Periferia Cimarronas en Barcelona, aunque todavía no he tenido la oportunidad de visitarlo. Tendencia teatral: me interesa el teatro documento y el teatro de imágenes o poético. O como yo los denomino, espectáculos discursivos y asociativos. Pero en general cualquier pieza hecha con honestidad y rigor.

-Una película, libro, canción y paisaje inspirador.

Ana Contreras. Qué difícil escoger una sola de cada. Película (muy reciente): «Destello bravío», de Ainhoa Rodríguez y también de cine español “Aro Tolbukhin, en la mente del asesino”, de Lydia Zimmerman, Isaac P. Racine y Agustí Villaronga. De las clásicas: “Ordet”, de Dreyer, y “Stalker”, de Tarkowsky. Y la última: “Hienes”, de Djibril Diop Mambéty. Libro: ensayo: “Calibán y la bruja”, de Silvia Federici, novela: “Las olas”, de Virginia Woolf, poesía: “Antífona del otoño en el valle del Bierzo”, de Juan Carlos Mestre. Canción: “To know”, de Awa Ly y “I put a spell on you”, en la interpretación de Nina Simone. Paisaje: un glaciar, cualquiera, y los robledales de mi pueblo.

Na Meta, 2010

María Bueno. ¿En qué tópicos, idealizaciones y estereotipos crees que caemos cuando abogamos por una diversidad e inclusión que, en el fondo, no se termina de materializar? ¿Cómo podemos desactivarlos?

Ana Contreras. Seguimos muy apegadas a la educación de la modernidad, liberal, positivista, fordista (sin ni siquiera pararnos a mencionar el poso de la educación franquista en este país) que es patriarcal, colonial, capitalista, edadista, etc. Así que todo lo vemos, consciente e incoscientemente, de ese modo. Para entender el mundo necesitamos taxonomizarlo. Clasificamos todo, incluidos los seres humanos, y establecemos jerarquías. Es el modelo de árbol propio de la ciencia positivista. Hablamos de inclusión para intentar paliar conscientemente esa disgregación. Pero cada vez que señalamos la discriminación, hasta cierto punto la perpetuamos (y la perpetramos). Es una pescadilla que se muerde la cola, un problema casi irresoluble.

María Bueno. ¿Qué nos conecta a las mujeres creadoras en el contexto artístico español? ¿Qué crees que nos facilita acercarnos y unirnos?

Ana Contreras. Nos conecta lo mismo que nos separa: el contexto artístico español, que es tremendamente precario, y todavía funciona de manera poco “democrática”, por así decirlo. Lo que nos facilita acercarnos y unirnos a las mujeres creadores en particular es el feminismo, que de algún modo ha ido calando. Hemos tomado conciencia de la importancia de la sororidad, y hemos entendido que precisamente la separación y competitividad entre las mujeres es una estrategia patriarcal.

María Bueno. ¿Qué estrategias piensas que nos permiten paliar las necesidades y dificultades en dicho contexto actual?

Ana Contreras. De partida, desmontar el inconsciente patriarcal. Pero claro, la discriminación de las artistas no es solo patriarcal sino interseccional, así que hay también otros muchos “inconscientes” que desmontar. El resto vendrá por añadidura.

Cosas prácticas que estamos haciendo con tal fin: en la docencia recuperar y enseñar el trabajo de las mujeres en el arte y la perspectiva de género en todas las disciplinas. En lo académico investigar y visibilizar el trabajo de las mujeres. Parece que no es importante, pero no es verdad, porque todas estas acciones contribuyen a legitimar el trabajo de las artistas contemporáneas. Otras estrategias son ir a ver películas, obras, exposiciones de mujeres, y en general reclamar la paridad en todo.

María Bueno. ¿Nos adelantas algo de tus proyectos venideros?

Ana Contreras. El 22 de marzo presento mi libro: “Libro de lumbres. En compañía de Juana de la Cruz” en el Teatro de la Abadía, y tengo varias funciones de “Esta divina prisión”. También una función especial de “Como alambre muy delgado” en 5 iglesias del centro de Segovia el 2 de abril, que será un site-specific participativo además de una ruta por el románico segoviano.

Rey Lear, 2011
Santa Juana, 2017. Clásicos en Alcalá
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