CATACLISMO

THE HATE LOVERS. EL GRAFITI DESDE LA PERSPECTIVA FEMINISTA

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THE HATE LOVERS. EL GRAFITI DESDE LA PERSPECTIVA FEMINISTA
Joana Baygual

The Hate Lovers son un colectivo de mujeres, todas amigas y radicadas en Barcelona, que se dedican a diferentes disciplinas, interrelacionadas, como son el grafiti, la ilustración, el tatuaje, la fotografía y otras, vinculadas con el Street art y el espacio público urbano como eje de actuación. Buscan dar a conocer todo lo que les gusta, les interesa, piensan, divierte y admiran dentro del ámbito femenino, haciendo una recopilación de imágenes e información de mujeres artistas que les interesan. En sus palabras, “Diversión, creatividad, lucha, sentimientos, sensibilidad, fortaleza, locuras entre otras cosas”, son lo que quieren resaltar en Hate Lovers.

Estas artistas tienen como prioridad visibilizar a otras mujeres artistas y realizar trabajos colaborativos con mujeres de Barcelona o de otros lugares del mundo. Luchan por empoderar a la mujer en un sector tradicionalmente dominado por los hombres, llevando como bandera la del feminismo, y reivindicando la presencia del trabajo de las mujeres en su sector creativo.

Consideran su trabajo en común como un elemento de cohesión social, identitario, educativo y formativo, de entretenimiento y de relación, teniendo siempre presente la valorización y la visibilidad de la mujer. Su estilo estético bebe de las referencias a lo ingenuo de la cultura del kawai, a lo naïf, el hip hop, con un toque femenino, pero nada ñoño, sino guerrero y pícaro. No quieren que se les identifique con una “marca” sino con una “actitud”.

Hablamos con Malicia, una de sus componentes más antiguas.

Dinos Malicia, ¿desde cuándo te dedicas al arte urbano, tú en concreto a la escritura de grafiti, y desde cuándo tenéis vuestro colectivo en marcha, las Hate Lovers?

Pues realmente empecé a pintar en el 2002, de una forma más seria, y ya antes me sentía atraída por el grafiti, y pintaba alguna cosa pero no tenia los conocimientos y es cuando empecé a estudiar en la Escola Massana, en Barcelona, el bachillerato artístico. Entonces conocí un grupo de grafiteros que me integraron en el grupo, pero siempre sentía que estaba en un grupo de hombres y aunque siempre me tuvieran en cuenta buscaba conectar con alguna chica que pintará y hacer “piña”, en este mundo de hombres.

En 2005 conocí a Numi, ella estaba empezando a pintar y rápidamente congeniamos y empezamos a idear proyectos. En ese momento nos invitaron a varias exposiciones colectivas, en París. Entonces una comisaria de exposiciones nos invitó a una exposición en Seúl, y fuimos haciendo proyectos hasta que en 2010 conocimos a más chicas grafiteras con las que simpatizamos e hicimos un vídeo llamado “I’m sorry mama”, el cual tuvo mucho éxito y difusión y ya se nos empezó a reconocer como mujeres en el grafiti porque hacíamos lo mismo o incluso más que algunos hombres. Porque lo que es grafiti en su esencia es “pintar la calle o trenes y metros de forma ilegal” y cuando alguien hace street art o muralismo o exposiciones no se considera dentro del grafiti. A partir de un “pique” pusimos alto el listón del nivel nacional ya que nos decían que lo que pintábamos no era algo que no hubiera hecho otra mujer en el campo del grafiti. En este vídeo salían chicas de Madrid y Barcelona. Yo participe en el primero, y luego salieron el vídeo 2 y el 3 donde aparecen las nuevas generaciones de chicas que se han unido al grupo y han ido siguiendo el legado, así como otras chicas como Hipie, Nena, Mola, Vegan Bunnies… Estas nuevas chicas saltaban vallas, y pintaban en cualquier lugar como han hecho siempre los hombres, igualando y ganándose el respeto del gremio.

Posteriormente nos unimos las que somos más amigas y con más afinidades y decidimos hacer un grupo que estuviera más enfocado en todos los gremios del arte en femenino y allí nació HATE LOVERS, es decir todas pintamos grafiti, ya sea en un muro legal, o no, y aparte tenemos otros trabajos artísticos, como tatuadoras, fotógrafas, ilustradoras, pero todas estamos en el ámbito del grafiti.

¿Qué es la Hate Lovers? Y, ¿por qué el nombre? ¿Quiénes sois y cuántas?

Hate Lovers es el grupo, pero a la vez es una forma de pensar que compartimos. El nombre es porque somos puro amor pero tenemos algo que nos mueve, “el odio”. Y cuando alzamos el hacha de guerra, ya sea para decir aquí estamos, es un acto de rebeldía. No estamos en nada político porque que nada nos identifica pero somos muy guerreras. Nuestra lucha es contra todo lo que vemos injusto o malo. En cierto modo es como el ying y el yang, no todo es 100% bueno ni 100% malo, en todo lo bueno hay algo malo y a la inversa.

En este momento somos seis componentes activos: Malicia, Vegan Bunnies, Numi, Niña, Crem y Mola. Y por otro lado hay colaboradoras como Lysu, Hipie, Nena, y alguna vez alguna más que se apunta.

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Vuestro colectivo parece inocente, pero detrás hay unas mujeres muy guerreras que deben arriesgarse como cualquier hombre en situaciones de cierto peligro y riesgo. ¿Cuáles son los límites que os imponéis para realizar vuestros murales?

La verdad es que por los murales y la calle nos movemos como pez en el agua, ese es nuestro hábitat natural. A veces sí que somos activas en el tema metro y tren pero no es tan intenso como la calle. Nosotras mismas nos ponemos los límites en cuanto vemos que algo es demasiado peligroso, pero hay que decir que también la adrenalina te vuelve adicta y es una lucha. Y tenemos la filosofía de que nos gustan los retos.

Como mujeres trabajando en el espacio urbano ¿habéis sufrido situaciones de machismo, os han recriminado que también vosotras os queráis apropiar de un espacio y una actividad tradicionalmente dominada por los hombres?, ¿cómo está la situación actual en España y en concreto en Barcelona, ya que vosotras trabajáis en esta ciudad?, ¿cómo es la relación con los escritores de grafiti hombres, en vuestro contexto?

Creo que antes se podía notar más esas situaciones, pero pienso que nuestro grupo se ha hecho respetar bastante y nos tienen muy en cuenta a nivel nacional. En el ámbito de los/as que han entrado en galerías si que veo una falta de solidaridad con el gremio, o una pérdida del espíritu de comunidad porque tienden a acaparar el éxito y no compartir. Parece que se hagan más egoístas.

El machismo lo veo más en internet porque muchas veces ponen a grafiteras semidesnudas pintando murales, seguramente para tener más repercusión en revistas o en webs y así obtener más visitas. Como cuando las Guerrilla Girls luchaban para que la presencia de las mujeres en los museos no fuera por los desnudos pintados sino por más presencia de mujeres artistas.

En los grafitis vuestro estilo es aparentemente muy inocente, naïf, casi femenino. Conscientemente, mediante esta “inocencia manifiesta”, ¿deseáis reclamar una parte del espacio público mediante el estilo para “lo femenino”, es una señal de identidad o una huida por no encasillaros en un estilo más general, es decir, como el que hacen los hombres, si es que hubiera un estilo más masculino?

La verdad es que creo que en el fondo nos encantan las cosas monas, y forma parte de nosotras, nos encantan los animales, el “brilli brilli”, y es lo que supuramos. Eso si, luego nos gusta también ser un poco “darks”, y tenemos nuestra faceta oscura, pero es con lo que nos sentimos más identificadas.

Mirando vuestros vídeos en YouTube, utilizáis mucho la frase «I’m sorry mama». ¿Les habéis dado muchos dolores de cabeza a vuestras madres? ¿Os ha costado mucho que vuestro entorno más cercano aceptara vuestro trabajo?

Es un poco la coña, porque realmente nos importa bien poco la opinión pública que tengan de nosotros, pues si alguien te ve pintando por la calle y te dice que no le gusta que ensucias y tal… pues no le damos importancia, pero la opinión de nuestras madres si nos importa. Es decir, que por pintar nos pueden detener y puede venir la policía a casa a buscarnos, y entonces es ese momento que cruzas los dedos y solo piensas en no herir los sentimientos de tu santa madre. Es lo que nos pasa a todas por la cabeza, que no queremos preocuparlas. De allí viene el nombre.

La cuestión de la autoría, el/la escritor/a de grafiti en general pretende ser anónima/o, solamente reconocida/o por su trabajo, su estilo, su firma, pero no su cara, no suelen ser muy propensas/os a la visibilidad, solamente en vuestro mundo, ¿no supone una incoherencia? ¿cómo se lleva en el vanidoso mundo del arte?

Claro, a ver, es como Superman, no puedes cometer un acto ilegal a cara descubierta. Puede ser ilegal pero a la vez nosotras consideramos que es una especie de arte, que es grafiti, pero yo estoy convencida que el movimiento es muy grande y en cuestión de unos años esto va a repercutir en la historia del arte. Banksy, hace cosas ilegales, pero ya es considerado un artista, claro es una controversia, pero si él sigue en el anonimato es porque es su juego. Nosotras, algunas sí que pintamos legalmente y por lo tanto en algún sitio pueden fotografiar nuestra cara, pero las que pintan 100% ilegal esconden su identidad.

Para las/os que no lo saben, ¿en qué se diferencia el street art del grafiti?

Lo explico un poco antes para que se puedan entender algunas cosas. Grafiti es pintar en la calle, muros, metros, trenes de forma ilegal. Street art es cuando te dan permiso y que no son letras (grafía), es ilustración aplicada al muro.

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La fauna y flora. Utilizáis dulces animalitos, gatitos, perritos, conejitos, y vosotras con colmillos, ¿es una manera de mostrar las uñas, de “marcar territorio”?

Sí, es nuestra parte “maligna” territorial y salvaje, de aquí todo vale, pero con nuestra parte dulce y femenina.

El vuestro es un trabajo en equipo generalmente. ¿Cómo se lleva la distribución de tareas? ¿Cómo participaría una diseñadora, una tatuadora, una fotógrafa en el colectivo, ya que lo más visible de las Hate Lovers son los grafitis que elaboráis?

Existen 2 tipos de tarea. Una es la de contestar mails y gestionar las redes sociales, que es una gran parte del trabajo y que lo llevamos yo y Vegan Bunnies. Para otros trabajos que van surgiendo, exhibiciones o proyectos, nos unimos todas y como tenemos unos estilos que congenian, hacemos bocetos antes y nos ponemos de acuerdo, pero sobre todo vemos juntas las posibilidades.

El Street art y el grafiti son propios del espacio público, nacieron para ser ejecutados en él. ¿Consideráis necesario, por cuestiones de supervivencia, el paso al mundo de las galerías comerciales? Podemos ver a escritores de grafiti, generalmente hombres, que han entrado por la puerta grande en el mundo de las galerías. ¿No es una incoherencia, ya que son obras que nacieron para estar y apropiarse del espacio público? ¿No pueden perder esa parte de esencia connatural al arte urbano, por ceder en lo decorativo?

Es la lucha de siempre, grafiti en galerías no es grafiti. No puedes arrancar un muro y ponerlo en una galería, es incoherente, por eso el grafitero cuando es invitado a las galerías se adapta al nuevo soporte, pero no se considera grafiti, es otra parte de su trabajo, ya sean cuadros o ilustraciones en venta, y para mi pierde la esencia, y es algo que no se explicar.

Un grafitero puede sufrir una mutación y volverse 100% artista y entrar en galerías, pero la esencia del grafiti la tiene que dejar a un lado. Y hay grafiteros que llevan estas dos vidas y actividades a la vez, y cuesta porque es duplicar el tiempo de producción y querer estar en todas partes. Pero no es imposible, y nosotras lo intentamos hacer así para que grafiti y arte tengan cada uno su lugar. Nos mueve estar en los dos mundos, no solo por supervivencia sino porque también tienes un tipo de reconocimiento que es bueno, no en el momento pero si a la larga.

Sois el único colectivo femenino en España dedicado al arte urbano, ¿y en Europa?

Realmente ha habido algunos grupos, en Inglaterra y en otros países, pero no han hecho vídeos o algunas cosas que nosotras si hemos hecho, es decir no es un invento nuevo, de un CREW de chicas, pero si que quizás hemos sido las únicas en España y ya llevamos un par de años como grupo activo.

The Hate Lovers son el colectivo que realizó en Barcelona el mural con el logo de La Caja de Pandora, con la que colaboran desde el principio, proponiendo actividades y iniciativas.

Más información:
http://www.instagram.com/thehatelovers

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