Regina de Miguel, Un efecto de verdad, 2011
María José Aranzasti
Desde hace algún tiempo Regina de Miguel (Málaga, 1977) se perfila con éxito dentro del panorama artístico contemporáneo: el Centro de Arte Reina Sofía, las Colecciones Arco, ABC y el coleccionismo particular, el Museo Artium, la Casa Encendida y el CGAC, entre otros, han apostado por ella. Ganó la IX edición del prestigioso premio de fotografía Purificación García con la sugerente y compleja obra Un efecto de verdad, en la que se refleja la investigación que verifica la artista: rastreo y búsqueda en el pasado a modo de arqueóloga, investigación en libros y archivos, y viajes a lugares recónditos en los que se mezclan y entrecruzan la ficción y la realidad. Obtuvo también el XII Premio ABC por su obra El último término que abarca la vista en la que son protagonistas la memoria, el lugar, el mapa y el paisaje.
Nouvelle Science Vague Fiction se plantea, según la propia artista, como un “espacio sintáctico en el que realizar conexiones entre situaciones de análisis y percepción científica (escalas de verosimilitud), aprendizaje no experiencial derivado del imaginario tecnológico (extrañamiento y proyección) y grados de formación de consciencia ideal y crítica (nuevas formas de orientación)”.
La exposición se articula en torno a un trabajo audiovisual, series de fotografías de los dos últimos años de trabajo, diferentes objetos y un diaporama. Además, la artista ha realizado en el mes de octubre un taller, Future Timeline, construyendo nuevas narraciones en torno a la ciencia ficción que tratan de imaginar o proponer el futuro a través de relatos de ficción, visiones reales y de diversos materiales.
En la exposición se ha estructurado también un ciclo de cine como complemento, con la proyección de películas de ciencia ficción como: La Jetée (1962) de Chris Marker, Solaris (1972) de Andrei Tarkovski, Alphaville (1965) de Jean Luc Godard, Welt am Draht (1973) de Rainer Werner Fassbinder, L´année dernière à Marienbad (1961) de Alain Resnais, Moon (2009) de Duncan Jones y Nostalgia de luz (2010) de Patricio Guzmán. A través de esta ingente proliferación de imágenes tanto literarias como cinematográficas, la artista subraya que aunque estaban ideadas como futuro, ahora forman parte de nuestro pasado, de ahí que al analizarlas realizamos “una arqueología del futuro”.
La vídeoinstalación en dos canales Nouvelle Science Vague Fiction (2011), con una duración de 21 minutos, nos presenta imágenes bellísimas en la que se proyectan a la vez fotografías de dos mundos que se confunden: el real con el de la ficción, imágenes de la propia artista con otras de archivos, de cine, de libros. En uno de los canales, aparece el atractivo lago que se encuentra en Eslovenia, Cerknica, donde el nivel del agua nunca permanece igual porque aparece y desaparece a lo largo del año en un ecosistema kárstico de donde surgen unas profundas cavernas. Así desfilan imágenes de estética muy romántica, que atrapan y subyugan al espectador en un mundo de ensueño, con profusión de neblinas, de aguas con efectos de espejo, en los que se confunden el cielo y el agua en un mundo visual de atractivos grises. En un segundo canal desfilan imágenes científicas, procedentes del imaginario de la nave espacial Solaris, la película de culto de Tarkovsky.
Las fotografías de las antenas de Astron, el Instituto de Radioastronomía de Holanda, son realizadas por Regina de Miguel dentro de una de las fases de este trabajo artístico. Estas antenas estudian objetos tan lejanos que no pueden ser alcanzados en su magnitud total más que por ondas sonoras. La conjunción de imágenes del paisaje del lago junto con estas gigantescas esculturas-antenas resulta verdaderamente sorprendente al espectador y crean un nuevo lenguaje tecnocartístico. La banda sonora pertenece al músico Jonathan Saldanha y a lo largo de toda la proyección una voz en off, con tonalidad objetiva guía al espectador por los distintos finales del mundo.
Imágenes espaciales, orografías y mapas, distintas propuestas utilizando pautas de representación de aspecto y lenguaje científico que buscan nuevas conexiones y procesos en los que la artista “ha venido analizando la transferencia especulativa existente en los diferentes instrumentos de aprendizaje, científicos y culturales”. A lo largo de la exposición, el espectador asiste a una “nueva representación” en la que el discurso científico da la apariencia de verdad, de “efecto de verdad”.
Regina de Miguel, Un efecto de verdad, 2011. Detalle
Para realizar Un efecto de verdad (2011) se utilizó el radiotelescopio de Dwingeloo con el fin de centrarse en la captación de las ondas del agujero negro Sagitario A, situado en la Vía Láctea. Posteriormente, la artista registró la acción y el trabajo sonoro en un disco de vinilo que fue analizado por un microscopio electrónico. De esa superficie grabada la artista realizó una serie de fotografías con una ampliación mil veces mayor que el tamaño real.
Regina de Miguel, Nouvelle Science Vague Fiction, 2011. Detalle
En la obra Nouvelle Science Vague Fiction (2011) podemos ver reflejados casi todos los temas de interés de la artista en esta exposición: la cueva Krizna Jama en Eslovenia, las antenas Astron, imágenes de archivo de plantas antiguas, una visita ficcional al centro de la Tierra de Julio Verne, sintomatologías diversas, conceptos de anarqueología, referencias gráficas y literarias a Solaris…, todo ello con una presentación de gráficos y metodología científicos.
Regina de Miguel, Nouvelle Science Vague Fiction, Centro Cultural de Montehermoso, Fray Zacarías Martínez 2, Vitoria-Gasteiz. Hasta el 12 de enero de 2013.