CATACLISMO

LAS TRES MAGNIFÍCAS DEL MNAC

SANTOS-Retrato de ConchitaÁngeles Santos, Retrato de Conchita, 1929

 

LAS TRES MAGNIFÍCAS DEL MNAC
Mª Ángeles Cabré

Es un verdadero placer pasear por las salas en las que se exhibe la nueva ordenación de la colección de arte moderno del MNAC (desde mediados del XIX hasta los años 40 del XX), que huye en todo momento del apelotonamiento de obras guiadas por el criterio cronológico o estilístico y plantea un recorrido temático y conceptual dirimido con muy buen criterio. Hay pues que felicitar a sus artífices, Pepe Serra, director el museo, y Juan José Lahuerta, jefe de las colecciones, por esa tan necesaria vuelta de tuerca.

Esta nueva ordenación expone 1.350 obras de 260 artistas y, como en la historia del arte en general, la representación de las mujeres es también aquí abundante. En pintura, a las consabidas figuras de Rusiñol y Casas (como el «Retrato de Montserrat Carbó», 1888, o su célebre «Plein Air», 1890-1991, con dama y molino al fondo), se suman los estudios de figura femenina de Nonell, los de Antoni Fabrés o el retrato de su hija Julieta (1905), el retrato de María Sampere (1911) a manos de su marido, Francesc Pausas, o el de Maria Llimona (1917) obra de Joaquim Sunyer.

Otros muchos autores pintan mujeres. Federico de Madrazo retrata a Amèlia de Vilanova (1853), Anglada Camarada a la «Granadina» (1914)… Y otro tanto hacen los artistas extranjeros presentes en la muestra, que incluye un «Estudio de cabeza femenina» (1894) de Burne Jones o las litografías modernistas del checo Mucha, sin desestimar las gelatinas de plata de Josep Masana, realizadas entre 1920 y 1940.

La escultura se interesa igualmente por el cuerpo y la fisonomía femeninos, y el MNAC ofrece en esta colección algunas muestras, como las cabezas de Clarà y Gargallo, o alguna versión de la conocida “Montserrat gritando” de Julio González (1936-1939). Y por su parte, la fotografía recala aquí en la figura femenina en la serie «Desnudos» (1946) de Otto Lloyd, quien fuera pareja de Olga Sacharoff.

Asimismo, mujeres son las ninfas japonizantes de Alexandre de Riquer y las que protagonizan, entre otros tesoros del diseño gráfico, los coloridos carteles de Anís del Mono; al igual que podemos contemplar los rostros de mujer encaramados en los espejos y muebles modernistas. Y como no podía ser de otro modo, Picasso también está presente y se muestra aquí encarnado en “Mujer con sombrero y cuello de piel” (1937), retrato cubista de la que fuera en los años anteriores su compañera, Maria-Thérèse Walter.

Pero sucede que deambulado por este frondoso bosque de representaciones femeninas, advertimos para nuestro pesar que ni siquiera se trata de mujeres en actitud activa, sino de meras modelos decorativas, aunque a modo de excepciones hallemos una fémina que Josep Duran pinta hojeando un álbum (“Repasando el álbum”, 1872) y a otras dos que leen devotamente en “Clorosis” (1897), de Sebastià Junyent. Dos piezas que nos recuerdan que las mujeres sabían ya en aquellos años hacer algo más que fungir de floreros.

SACHAROFF-Una bodaOlga Sacharoff, Una boda, 1929

Decía al comienzo que el paseo es placentero, sí, aunque es de lamentar que el placer dure bien poco. Se trunca al constatar que, salvo error de contabilidad, tan sólo tres son las artistas mujeres que participan de ese viaje por el arte catalán que se cierra con las obras del grupo Dau al Set, donde para seguir con la tónica masculina, por supuesto, no hubo ni una sola mujer. Tres únicas pintoras que asoman tímidamente en esta exuberante selva artística: la modernista Lluïsa Vidal, de la que se exhibe un pequeño autorretrato en las primeras salas (un óleo sobre madera de 36 x 27 cm, quizás de hacia 1910); Olga Sacharoff, de quien en la sala 25 hallamos “Los recién casados” y “Una boda” (ambos de 1929); y Ángeles Santos, de quien en la sala 26 contemplamos el bellísimo, aunque modesto en tamaño, “Retrato de Conchita” (también de 1929).

Advertir que a Ángeles Santos se le añade su segundo apellido, Torroella, tal vez para recordar que fue hermana del crítico de arte Rafael Santos Torroella, mientras que a las grandes piezas (“Un mundo”, “Tertulia”…) que de ella se exhiben en el madrileño MNCARS les basta y les sobre su primer apellido. Lluïsa, Olga y Ángeles, tres nombres propios entre tanto cuerpo de mujer y tanto artista varón. Tres pintoras que no son pues las tres gracias de Rubens sino, por su condición de solitarias, las tres magníficas.

VIDAL-AutorretratoLluïsa Vidal, Autorretrato, c. 1910

¿Sólo tres mujeres en una colección tan inmensa? Suena extraño, sobre todo porque en los museos extranjeros suele haber más. Ignoro si en los sótanos del museo hay más obras de artistas catalanas sin exhibir, como se dice que sucede en los sótanos de la artística ciudad de Florencia (así lo cuenta Jane Fortune en Invisible Women). Desconozco los fondos del MNAC, por lo que no puedo hablar. Es casi seguro que hay más, pues la colección permanente del museo consta de más de 250.000 piezas de las que sólo se exhibe aproximadamente un 15%.

Y ahora retomo aquí la pregunta con que Linda Nochlin nos interpeló a principios de los 70 en la revista ARTnews, ¿por qué no ha habido grandes mujeres artistas? Desde entonces se han dado muchas respuestas, de entre las cuales la más recurrente es que no las dejaron ser eso, artistas, tal como queda claro en La carrera de obstáculos. Vida y obra de las pintoras antes de 1950, de Germaine Greer. Ello llevó a que a finales de los 80 las combativas Guerrilla Girls contabilizaran tan sólo un 5% de obras de arte de mujer en los fondos del Metropolitan de Nueva York (mientras el 85% de los desnudos eran femeninos).

La gran pregunta, ya desde la atalaya del siglo XXI, cuando todos y todas sabemos de la injustica histórica ejercida contra las mujeres, es con qué criterios se organizan las muestras, incluida la del MNAC, y con qué criterios se realizan las adquisiciones y las peticiones de préstamos, si los hubiere. Como recuerda el anticuario y galerista Artur Ramon en Museo Nacional de Arte de Cataluña: un itinerario (Editorial Elba), cuando en la V Exposición Internacional de Arte de Barcelona de 1907 se pusieron a la venta más de cuarenta obras de pintores impresionistas, los catalanes adinerados no se aprestaron a adquirirlas, ya fueran obras de Monet, Renoir, Berthe Morisot o Mary Cassatt. Podían comprar o no, estaban en su derecho.

Hoy, por el contrario, sí podría ser reprobable que un museo público con tal infrarrepresentación femenina gastara sus pocos doblones en comprar una obra de Tapiró, como hizo con parte de los 250.000 euros que ingresó en fechas recientes por alquilar su espacio para una boda hindú, y no un cuadro o dos o tres de Lluïsa Vidal o de Ángeles Santos, de los que está visto que no va sobrado. Se me ocurren también algunos otros nombres que resulta injustificable que estén ausentes del MNAC, pero mencionaré tan sólo uno: Remedios Varo, gerundense nacida en Anglès en 1908. Que el groso de su obra se encuentre en México, donde se exilió y murió, tiene explicación; pero que no haya en el MNAC ni una de sus obras siendo mundialmente célebre, quizás no.

Si el intercambio de fondos entre museos hace tiempo que existe, si el Tàpies último ya entró en el MNAC merced a una muestra conjunta con su Fundación, si el MNAC y el MACBA son aliados y la tarea de uno acaba donde comienza la del otro, si la Fundación Miró ha podido llevar sus obras a Brasil, ¿qué tal una exposición de Remedios Varo en el MNAC algún día? Aunque se trata de un legado que ha sufrido algunos litigios, parte de sus obras se encuentran hoy en el MAM (Museo de Arte Moderno de México), donde en 2013, con motivo del 50 aniversario de su muerte, se la celebró. Compensarían tantos oprobios y daría el pistoletazo de salida a un tiempo nuevo.

Nueva presentación de arte moderno, Museu Nacional d’Art de Catalunya, Barcelona.

 

Introduce tu comentario

Por favor, introduce tu nombre

Debes introducir tu nombre

Por favor, introduce una dirección de e-mail válida

Debes introducir una dirección de e-mail

Por favor, introduce tu mensaje

MAV Mujeres en las Artes Visuales © 2024 Todos los derechos reservados


Diseñado por ITCHY para m-arte y cultura visual