CATACLISMO

LA VISIBILIDAD DE LAS MUJERES ARTISTAS

La entrevista mantenida con Josefina Alcázar, curadora e investigadora destacada en el ámbito mexicano, quiere contribuir a reflexionar sobre sobre la incorporación de las mujeres artistas.

Josefina Alcázar (Ciudad de México, 1950), estudia las formas híbridas e interdisciplinares tanto en el campo artístico como en el académico. Como investigadora del Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información Teatral Rodolfo Usigli del INBA, desde 1994, en los últimos años focaliza su trabajo en la performance.


Congelada de Uva “To the Rhythm of Swing”. Frontera México-USA. Marzo 2012

¿A qué se debe, según tu opinión, la creciente incorporación de mujeres artistas en los últimos años en las distintas disciplinas artísticas? ¿Crees que  la presencia es real, o consideras que se trata de una estrategia de mercado?

Creo que la presencia de mujeres se ha incrementado en todos los campos, no solo en el artístico. Se ha llamado a este proceso la revolución silenciosa del siglo XX. Es un proceso lento, pero inexorable.

¿Qué piensas sobre la denominación de arte femenino? ¿Existe una mirada, una sensibilidad marcada por el género?

Me parece muy válida la denominación de arte femenino: arte hecho por mujeres; igual de válido que cuando decimos arte mexicano: arte hecho por artistas de México. Lo que no creo es que haya una sensibilidad mexicana, como tampoco creo que haya una sensibilidad femenina. Me parece que hablar de sensibilidad femenina sería considerar que todas las mujeres tenemos una misma mirada y eso es una visión muy estereotipada.

¿Te incomoda la existencia de una temática específicamente femenina en el arte?

No me incomoda en lo más mínimo. Yo misma acabo de realizar una colección de quince CDs con el trabajo de mujeres artistas de performance en México y ahí pude comprobar la gran variedad de tópicos y estilos que utilizan, la pluralidad de códigos y puntos de vista que manejan. Otro ejemplo que puedo mencionar es la gran exposición de arte femenino que se celebró en el Centro Pompidou de París, con obra de mujeres artistas del siglo XX, bajo el título de Elles. Ahí también se pudo observar que el arte femenino a lo largo del siglo XX ha abarcado una enorme diversidad de temáticas, estilos, códigos, soportes y perspectivas. Creo que el hecho de que haya exposiciones de artistas mujeres y trabajos que recojan su obra es una manera de paliar la larga invisibilidad en que se mantuvo el trabajo de las mujeres, y esto se está dando en todas las áreas, no sólo en el campo artístico.

¿Consideras que existe una desvalorización del arte calificado como feminista? ¿A qué crees que se debe que haya mujeres artistas que rechazan esa denominación?

Para empezar, creo que hay muchos feminismos, no uno sólo. Dentro de esa pluralidad, hay algunos grupos feministas que expresan un esencialismo y una actitud de censura, de lo políticamente correcto, que son muy negativas y que lamentablemente le han creado muy mal cartel a todos los feminismos.

Sí, me he topado con muchas artistas jóvenes que no quieren que se les etiquete con el término de feminista ni con ningún otro. Simplemente no les gustan los “ismos” de ningún tipo.

¿Te planteas un discurso como mujer distinto al de tus homólogos masculinos?

No creo que las coincidencias en el discurso se establezcan por género. No me parece correcto pensar que todos los hombres piensan de una manera y todas las mujeres pensamos de otra. En un discurso sobre la legalización del aborto, por poner un ejemplo, puedo coincidir y luchar codo a codo con un colega masculino y no con una colega mujer de posiciones conservadoras.

¿Crees que las mujeres utilizan, a la hora de difundir su obra, estrategias análogas a los hombres? Háblame de tu propia experiencia, ¿has tenido problemas a la hora de encontrar mecanismos de difusión?

Cuando se trata de difundir mi trabajo, no pienso si es una estrategia femenina o masculina, simplemente hago todo lo que se puede. Para la difusión de mi trabajo he contado con el apoyo de varias becas, así como con el apoyo de instituciones que me han patrocinado, pero no creo que haya obtenido esos apoyos por ser mujer.

Buena parte de la creación realizada por mujeres ahonda en lo autobiográfico ¿A qué crees que se debe?

En la performance lo autobiográfico es fundamental y lo abordan tanto hombres como mujeres, es un arte en primera persona. Lo autobiográfico, que anteriormente era considerado femenino y, por lo tanto, era visto como un género menor, ahora está siendo revalorado. Yo diría que vivimos en una época del Yo; o, más bien, de las múltiples identidades, y de ahí que lo autobiográfico cobre relevancia. Esto se expresa tanto en los discursos como en las temáticas artísticas. El desbordamiento del Yo lo podemos apreciar cotidianamente en Facebook, Hi5, MySpace, Friendster, Twitter, espacios virtuales donde encontramos una profusa expresión del Yo.

¿Eres consciente de que el canon artístico lo siguen dictando los hombres? 

En el caso de la performance en México el papel de las mujeres es muy importante y destacado. No creo que el canon artístico lo dicten los hombres pues en la performance se crea un espacio de libertad donde hombres y mujeres artistas exploran su cuerpo convirtiéndolo en materia prima y en producto; experimentan con su cuerpo dislocando la relación entre lo íntimo, lo público y lo privado, violentando contextos y situaciones. Si una mujer lo decide, puede salir a la plaza pública, a la calle, a realizar una performance sin necesitar la autorización ni el visto bueno de nadie. Es una de las razones de la enorme libertad de la performance.

¿Consideras que existe el denominado “techo de cristal” en el mundo del arte, a pesar de que las mujeres han ido conquistando pequeñas parcelas? ¿Cómo has llegado hasta la posición que ocupas?

Las luchas feministas han logrado que cada vez haya más mujeres ocupando cargos de relevancia. Para superar los obstáculos del denominado “techo de cristal”, en muchos países se ha tenido que recurrir a la cuota de género para lograr vencer la resistencia y garantizar la incorporación de mujeres en cargos de representación popular y en posiciones de gobierno.

El espacio artístico es un espacio privilegiado, y esto es así porque el arte no le interesa a la mayoría de los políticos pues lo consideran superfluo y sin importancia, por lo tanto, en esta área el techo de cristal está muy atemperado. Sin embargo, en otras áreas, no sólo existe el “techo de cristal” sino que hay unos techos de fibra de vidrio o de acero muy resistentes en donde las mujeres, por más capaces y bien preparadas que estén, no han podido llegar a ocupar cargos decisivos.

En cuanto a la pregunta de cómo he llegado a la posición que ocupo actualmente, yo diría que he tenido que trabajar mucho y demostrar que hay calidad en lo que hago.

                                                                                                            Astrid Hadad – Heavy Nopal (2012)

¿Has tenido que renunciar a algo en tu carrera artística?, ¿es una renuncia consciente y  tomada libremente?

Creo que la vida es una serie de renuncias. Cuando eliges un camino, estás renunciando a muchos otros. La mayoría de las veces he elegido un camino conscientemente, sin embargo, cuando analizo el pasado me encuentro con que algunos sucesos y acciones que fueron fundamentales en mi vida profesional se dieron sin que en aquel momento me diera cuenta de ello. No sólo la conciencia y la razón son importantes, también lo son el azar, las casualidades y las fatalidades.

¿Consideras que en otras disciplinas artísticas las mujeres tienen más ventajas? (valoración social o económica).

Como yo trabajo en el medio de la performance, me atrevería a decir que casi cualquier otra disciplina artística está más valorada social y económicamente.

¿Qué supone ser mujer artista en la actualidad en México?

Ser mujer en el medio artístico mexicano es trabajar en un espacio privilegiado. Como los políticos desprecian la cultura y el arte, las mujeres han logrado abrir en este espacio un resquicio, o un boquete al famoso “techo de cristal” por lo que hay muchas mujeres que ocupan cargos importantes y ejercen una influencia en el medio. En 2009 ganó el Premio Nacional en Artes la reconocida artista plástica Helen Escobedo, por su destacado trabajo en escultura e instalaciones. Menciono esto como ejemplo de que las mujeres artistas en México pueden lograr un reconocimiento por su trabajo.

¿Cuál  es la función social de la artista en nuestra sociedad? ¿Tiene el arte una responsabilidad social?

El arte es un medio para romper la cárcel del conformismo. A través del arte se busca ser consciente de la condición individual y social. En la performance, por ejemplo, las artistas retoman la voluntad dadaísta de borrar las fronteras artísticas y de unir el arte y la vida. El arte actual pasó de la representación a la acción, permitiendo un proceso permanente de experimentación directa y en primera persona. En este sentido, la artista y el arte tienen múltiples y variadas funciones. Para muchas, el arte es un vehículo de concienciación y de denuncia política, mientras que para otras es un proceso de conocimiento de sí mismas, de autoexploración. Otras encuentran en el arte un medio para acabar con el malestar existencial, una forma de sanación, o un camino para buscar el hedonismo. Para otras es todo lo anterior al mismo tiempo. Y así, podría seguir comentando las múltiples funciones del arte.

¿Y ante la violencia de género?

Soy consciente de que el medio artístico es un espacio privilegiado, por esto quisiera compartir con ustedes la siguiente información sobre los homicidios de mujeres en México.

Aunque el caso de las mujeres asesinadas en Ciudad Juárez es el que ha cobrado más relevancia internacional el hecho es que el feminicidio se da en muchas ciudades de México. En el estado de Chiapas, uno de los Estados donde hay un mayor índice de pobreza en el país y donde se dio el levantamiento zapatista, se tiene conocimiento de que entre 1994 y 2005 se cometieron 612 asesinatos a mujeres. Pero el lugar con mayores incidencias de homicidios a mujeres en el país se da en el Estado de México, que es un Estado cercano a la Ciudad de México donde, tan sólo en el 2004, se reportaron cerca de 500 homicidios.

La mayoría de las asesinadas son mujeres jóvenes y de origen humilde. Muchas de ellas son raptadas, mantenidas en cautiverio y sujetas a una atroz violencia sexual antes de matarlas y dejarlas en lugares abandonados. En otros casos las mujeres nunca son encontradas y sus familiares tienen que vivir con la angustia y la zozobra permanente de ignorar su destino.

La mayoría de los crímenes no han sido resueltos, y continúan desapareciendo mujeres.

 

Roxana Popelka

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