CATACLISMO

ARTE OINEZ22

ARTE OINEZ´22
Asun Requena Zaratiegui

Todos años la Federación de Ikastolas (escuelas que imparten sus clases en euskera) realiza un evento de dimensiones considerables que reúne a gente de todas las edades de Navarra y el País Vasco. Existe un recorrido a pie que está lleno de actividades culturales, gastronomía, conciertos y danzas, pero además se realiza una exposición con obras de artistas consagrados cuya venta se destina al proyecto que esa Ikastola haya presentado, por ejemplo, la construcción o reparación de un nuevo edificio, necesidades educativas, adquisición de nuevas tecnologías y otros menesteres.

Este año el proyecto elegido ha sido en la ciudad de Tafalla, Ikastola Garcés de los Fayos en su 25 aniversario (Navarra).

Exponen 86 artistas de los cuales 34 son mujeres. La Federación ha querido que una gran parte de los artistas fuesen obras de mujeres y así lo ha hecho costar como parte de sus objetivos en la muestra, especialmente este año. Reconoce la existencia de las mismas en la historia y el silenciamiento en su texto web.  En resumen, el relato patriarcal académico modernista y anterior que elimina a las mujeres de la historia de arte.

El recorrido esparcido en dos salas del Palacio de Condestable (Pamplona) toma la temperatura a un sector del arte vasco- navarro siendo las mujeres artistas expositoras más reconocidas nacional e internacionalmente por su trabajo y artisticidad que la del género masculino. Espero que el ejemplo de este año no forme solo parte del pago de la cuota de género y sea por ellas mismas, que se mantengan en las sucesivas exposiciones y que aumente la ratio, aunque por otro lado hablar de género como símbolo de diferenciación a estas alturas de la vida, por su polarización me resulta muy arcaico.

La exposición tiene tres ejes principales que han surgido de una elección aleatoria de las obras, pues han sido los propios artistas quiénes han elegido sus trabajos: Abstracción, escultura vasca y en menor proporción, obra con reivindicación de género, marcan esta edición.

Mabi Revuelta presenta dos collages de 2019 en los cuales muestra un mundo onírico surrealista de los sueños infantiles interpretados con posterioridad, que interpelan por la curiosidad sobre la sexualidad soñada y posteriormente la realidad vivida, con iconos como el conejito de Playboy infantilizado, logotipos orientales, unas bellas piernas de mujer con un pantaloncito corto, pero con unas polainas de pelo. Sin duda habla de la cosificación de la mujer. En la misma línea, sin quererlo o queriendo Txomin Badiola nos muestra al escultor, un chico con el torso desnudo haciendo esfuerzo trabajando en su escultura. Badiola traslada el mito del albañil, del trabajo duro, al escultor como idea preconcebida y roll del artista- escultor. Teresa Sabaté continua con su proyecto de recorridos de planos sobre tela bordados con hilo. Esta vez le toca a Caperucita y al Lobo, con todas las connotaciones que soportan ambos personajes y las nuevas identidades creadas en los cuentos populares en las tres últimas décadas. En el caso de Sabaté, el Lobo es la sombra de Caperucita, uniéndolos en esa simbiosis del bien y el mal, lo bueno y lo malo, el Yin y el Yang en un mismo ente o ser, muy Confucio. Celia Eslava construye el silencio en sus esculturas blancas, finas, etéreas en porcelana sin brillo conectado con su yo mujer y representándola en la corporeidad de sus objetos del pasado y el presente. En este caso en La Infancia Inmóvil, dos términosantitéticos. Elena Aitzkoa muestra en su escultura y proceso de materialidad de lo cotidiano, su propia vivencia y de las acciones plásticas sobre materiales encontrados orgánicos y el color. Un proceso creativo circular y sensitivo en los cambios de textura y color en La otra mano del río. Greta Alfaro ha escogido dos fotografías de su serie de Estaciones en un recorrido cuyo video se puede ver en el Museo de Navarra. El registro en fotografía, en video y la performance forman parte de su proceso, así como la temporalidad y los hábitat. Recordamos sus trabajos realizados con animales en libertad: jabalíes, buitres y ratones. La temporalidad en la rapidez de sus balas sobre el cristal marca esa diferencia de la artista de la posmodernidad, cuyo recipiente es ella misma, la reacción de esa acción sobre su cuerpo y mente. Txaro Arrazola muestra en su pintura el recuerdo de las atrocidades e injusticias de recortes de periódicos que guarda en su carpeta para después materializarlos en sus obras. Lo que podemos ver hoy en Oinez comenzó con una joven de veintitantos en Nueva York. Su lugar de residencia, el aislamiento de la lejanía a su casa. Es ahí donde comienzan a nacer una serie de vistas y anotaciones sobre ropa comprada en mercadillos o encontrada sobre la que pintar. Al fin había una situación tensa, de temor, de no conocimiento del lugar, de reflexión que le hizo elegir sus temas. Arrazola es activa hacia el mundo. Tomando el pincel de gran tamaño de la parte superior hace que la pincelada tiemble y confiera a la pintura su carácter libre, no nerviosas porque son decididas, valientes. En el Museo Artium de Vitoria (Álava) hemos podido contemplar hasta el 13 de marzo una retrospectiva pictórica en la que hemos podido ver representado lo que generan las bombas, la Guerra del Golfo, el rastro de refugiados, el Sahara, las favelas, a veces en técnica monocromática, o en otros con un mínimo de color. Tan importante el espacio en blanco como la pincelada en sus paisajes apocalípticos, extremos. Primeros planos que engañan al espectador. El presentado en la exposición, Bennu, es medio formato, pero ella también trabaja el gran formato. Asun Requena presenta una de sus obras de gran formato que forman parte del estudio que hace dos décadas está haciendo sobre la abstracción, en su caso matérica y la reflexión de la misma en la teoría del arte y en sus investigaciones. Reduce la paleta a menos de seis colores y utiliza como base el 3560R que da un matiz cromático de color a todas sus obras. Esto surge en Albarracín (Teruel). Trabaja la pintura de acción, la gestualidad, el punto y la línea como base de su investigación, además del pan de oro y el barniz como otra capa de pintura, a veces coloreada y en grandes cantidades superponiéndolas. Es una pintura dura, agresiva, dinámica y espiritual que recoge su proceso vital.

Marta Aramendía muestra en su escultura de pequeño formato, Euskal Balea, una representación antropomórfica de un tipo de ballena con querencia a las costas vascas, y la elije como símbolo figurativo del territorio. Nadia Barkate escribe y pinta lo imaginario a través de la narración con grafito en mediano formato. Utiliza sus dedos para plasmar su síntesis gestual y huir sin querer de los figurativo. En Plomo por Oro muestra toda su fuerza en su acción gestual. Miren Doiz no pinta aunque su obra sea bidimensional o contenga pintura. Su referente siempre es lo residual tanto en los objetos que utiliza para sus obras como sus recuerdos en Roma que ha decidido convertirlos en impresión digital. La resina confiere esa desintegración del recuerdo del pasado, reflejado en el desenfoque de la misma, reacción que también pasa con los barnices gruesos o la tela de un cine de verano. Se nota que es obra nueva, pequeñas unidades en tonos constructivistas, muy ordenados. No es la única artista que se ha abierto a la resina, también lo hace Susana Talayero donde reflexiona sobre el mundo y sus transformaciones, a través de las acciones antagónicas de la atracción y la repulsión. Cubre la composición expresionista con una gran capa de resina que afina la composición abstracta que desvela en el título ecologista, Il deserto crece. Los tonos del desierto en cuanto a sensación y color son el motivo que da vida la pincelada, rojo y dorado. Jossette Dacosta reflexiona sobre el mismo tema en su tríptico abstracto que tona el título de la canción de James Baldwin, Negro Espiritual. Marijose Recalde trabaja como constante con materiales reciclados. Acostumbra a cambiar y en este caso nos sorprende con un rectángulo transparente con pilas organizadas en diferentes series. Sus obras suelen ser muy orgánicas aunque contengan plásticos y metales. Esta vez sorprende con una composición fría, con pilas en un rectángulo transparente con pilas de colores ordenadas y seriadas. Concha Cilveti explora las posibilidades de la cerámica en su porcelana con esmalte. Idoia Montón en su paisaje en collage con grandes formas pegadas reconocibles, pero con diferentes perspectivas en que aísla la pintura en pequeños espacios de lienzo en apacibles cielos, supone aire fresco para la exposición. Azucena Vieites dos collages en blanco y negro. Mari Puri Herrero trabaja el paisaje y la mujer con reminiscencia de pincelada impresionista, y Alicia Irigoyen lo hace con el interior de los bosques de Urbasa en gran formato. Ana Riaño pinta las cumbres nevadas como si de un fotograma se tratase e incluye el The end como texto recurrente. ¿A qué fin se referirá la pintora?

Txaro Fontalba ofrece dos fotografías de su serie Minced Mat Bed, de sus series camas donde aparecen rollos de carne picada. Se trata de un lecho, un lecho de amor de una mujer. Eso es lo que somos, dice la artista en lo que nos convierten, sin duda un alegato ácido al patriarcado desde una mirada de género. Una visión dura, durísima que la artista nos escupe en su realidad artística. Asunción Goikoetxea plasma en su dibujo de gran formato sus unidades circulares repetitivas que está trabajando en los últimos años con sombras y luces mantecosas dentro de su forma de hacer abstracción. Mayte Vélaz presenta una escultura de pequeño formato en dos tonos, crema y negro con dos planos abiertos al espacio con material blando que tiende a lo rectangular y vertical. El plano más alto conformado en dos piezas una horizontal sobre la que descansa la vertical, recuerda indudablemente a los estudios de Oteiza convertidos en esculturas monumentales a posteriori.

En fotografía Begoña Zubero nos muestra la globalización en un cartel de publicidad de venta de carretes y fotografía con grafía árabe que concede en el primer plano la iconicidad antropológica de la imagen en el mundo desarrollado. Iratxe Ursúa muestra a sus Superheroiak (Superhéroes) en blanco y negro, entre ellos algunos cuidadores, todos de espaldas. Higa de Maia Villot de Diego reproduce un amuleto que le regaló su abuela contra el mal en formato mediano. La mano negra tradición, mujer, fertilidad y una herencia familiar antropológica. Zaloa Piña compone un diseño digital geométrica, Eguzki Printzak 5, de ondas de color sobre fondo oscuro. Ángela Moreno plantea Cuando los sueños van a los ojos con una composición en la línea de sus últimas obras en blanco y negro, componiendo esta vez con el contraste, ramas que ella recoge en sus paseos y luego utiliza y reproduce, y sus bordados en los que reproduce la naturaleza mientras un pájaro intenta posarse en una débil rama. June Crespo repite obra con sus medioszapatos de tacón con sensación de estar incrustrados en la pared y un mensaje claro. Dora Salazar recupera en unos bustos de pequeño formato la memoria femenina de género en Retratos de familia. Itziar Okariz nos recuerda en sus fotos su trabajo mear en espacios públicos o privados, obra de juventud en la que utiliza su cuerpo como corpus ideológico y político. Son espacios importantes internacionales. Siempre ejecuta la acción en posición vertical, de pie, masculina, marcando territorio. Su cuerpo forma parte de acto artístico, la regulación de la micción posee gran complejidad en su control. La utilización del cuerpo como instrumento ha sido una variable en la obra de Okariz: Micción, voz y respiración.

De la última exposición internacional realizada en el Guggenheim Bilbao, destaca Sahatsa Jauregi con su obra Airea Ebaki (Cortar el aire). Trabaja con piezas de cristal, y mientras en Guggenheim se trataba de espejos en los que creaba diferentes planos e imágenes que daban al espectador diferentes realidades del reflejo, en la obra de Condestable utiliza caucho en una rueda de coche y en su interior, ese despliegue de cristales limpiamente colocados para configurar multitud de planos. Me atrae el barroquismo en taracea de cristal. Dudo si la obra debiese estar colocada en el suelo. No se observa el despliegue de planos y vistas. Me recuerda indudablemente a Picasso y a las Señoritas de Avignon, múltiples puntos de vista en un mismo espacio plano. Sus balones de cristal a la opulencia del mundo árabe. Esta artista ha construido un proceso creativo diferente, algo no visto.

Conclusión, el género ocupa y preocupa en el arte vasco-navarro, pero no perdamos la dirección. Vayamos con mapa y no solo con brújula.

Arte Oinez22, Palacio del Condestable, Pamplona. Hasta el 24 de abril. Centro Cultural Tafalla (Navarra). Del 10 al 30 de junio de 2022.

Artistas:
Teresa Sabaté, Txomin Badiola, Mabi Revuelta, Manu Muniategiandikoetxea, Juan Mieg, Andoni Euba, Zaloa Piña, Juan Jesús Iludain, Elena Aiztkoa, Mikel Eskauriaza, Faustino Aizkorbe, Vivente Larrea, Kepa Garraza, Patrik Grualvo, Mikel Lertxundi, Concha Cilveti, Javier Esquiroz (homenajeado), Fernando Pagola, Eugenio Ortiz, Ángel Garraza, Ana Riaño, Dora Solazar, José Luis Zumeta, Andrés de Prado, Jorge Gardarelli, Celia Eslava, Josette Dacosta, Dario Urzay, Susana Talayero, Nestor Basterretxea, Alicia Irigoyen, Carlos Irijalba, Asun Requena Zaratiegui, Marijose Recalde, Ixone Sádaba, June Crespo, José Ángel Lasa,  Sergio Priego, Lorea alfaro & Jon Otamendi, Asunción Goikoetxea, Lepoldo Ferrán, Iratxe Ursua, Mikel Okiñena, Carlos Cánovas, Asier Mendizabal, Txuspo Poyo, Clemente Bernad, Sagri Mauleón, Leire Olkotz, José Antonio Sistiaga, Azucena Vieites, Ángela Moreno,  Maia Villot De Diego, Mari Puri Herrero, Pello Azketa, Txaro Arrazola, Idoia Montón, Xabier Agirre, Carlos Alonso, Javier Zudaire, Javier Riaño, Begoña Zubero, Greta Alfaro, Xabier Morrás, Juan Gorriti,  Marta Aramendia, David Rodríguez Caballero, Baroja Collet, Pello Irazu, Txaro Fontalba, Ibon Aranberri, Nadia Barkate, Juan Aizpitarte, Xabier de Zaerio, Mayte Velaz y  Sahatsa Jauregi.

Catálogo Artea Oinez 2022: 
https://www.nafarroaoinez.eus/nafarroa-oinez.asp?IdSeccion=8&IdContenido=24

Introduce tu comentario

Por favor, introduce tu nombre

Debes introducir tu nombre

Por favor, introduce una dirección de e-mail válida

Debes introducir una dirección de e-mail

Por favor, introduce tu mensaje

MAV Mujeres en las Artes Visuales © 2024 Todos los derechos reservados


Diseñado por ITCHY para m-arte y cultura visual