COLECCIONISTAS
Sabíamos que el coleccionismo cambiaría cuando el trabajo de las artistas tuviera más visiblidad en museos, ferias y galerías. Lo que no esperábamos es que el giro se produciría en plena crisis económica, marcando tendencia durante la pandemia COVID, cuando tod@s nos preguntamos y reconocemos qué es lo que nos importa.
Un artículo publicado por Ana Muñoz Vita en Cinco Días muestra los gráficos relativos al impuesto de patrimonio publicados recientemente por la Agencia Tributaria desde 2006 hasta 2019 (salvando el periodo entre 2008 y 2011 cuando se eliminó la obligación formal de presentar el impuesto sobre el patrimonio). En conjunto, el resultado es sorprendente: desde 2011 el valor de la inversión en arte ha aumentado un 120% en ocho años, hasta 1.600,9 millones de euros o, dicho en otros términos, las obras de arte y antigüedades alcanzan ahora una relevancia del 41,8% (en el gráfico, en azul oscuro); respecto al total de bienes suntuarios declarados, categoría en la que también se engloban joyas, pieles, vehículos, embarcaciones y aeronaves (en el gráfico, en azul claro).
Además, esta inflexión tiene firma femenina e indica un notable cambio de sensibilidad, a la vista de los datos desagregados por sexo: mientras que la inversión de mujeres en arte y antigüedades apenas alcanzaba el 9% en 2006 y ya suponía el 31’7% en 2011, en 2019 alcanzaba el 52’4%. Ellos, sin embargo, siguen gastando más (63%) en joyas, pieles, vehículos, embarcaciones y aeronaves, concentrando en conjunto el 68,5% del valor de estas propiedades, frente al 31,5% restante en posesión de ellas.
¿Qué no haremos cuando lleguemos a la igualdad en poder adquisitivo?
Estos datos, por otra parte, deberían alertar a las galerías y sus estrategias a seguir para satisfacer a las coleccionistas, de quienes depende ya un tercio del mercado del arte. Ya que en cuestiones de gusto artístico, la determinación de género ha pesado a lo largo de la historia, como podemos comprobar en tantas coleccionistas ejemplares; y bien sea por asimilación cultural, bien por voluntad femenina o compromiso feminista, continua siendo un elemento decisivo todavía hoy.
Rocío de la Villa
