CATACLISMO

LA PIEL DE LOS ASTROS

Un proyecto de Marta Darder y Adriana del Valle
Adriana Valle, La terra que es pon a la terra, 2020. Corcho e hierro

 

LA PIEL DE LOS ASTROS
Ana DMatos

La exposición La pell dels astres [la piel de los astros] de Marta Darder y Adriana Valle, presentada en la Casa Elizalde, inaugurada, paralizada durante los meses de la pandemia, reabierta con restricciones, se cerró, sin que la obra ideada por Adriana Valle, Mur de pedra seca pudiera realizarse, una performance-happening, que consistía en la creación de un muro físico y simbólico, que representa una construcción de lo social. Tuve la suerte de ver esta exposición acompañada de Esther Vilà, responsable de exposiciones del centro cultural Casa Elizalde de Barcelona. La exposición tiene varias peculiaridades; el dinamismo y su espíritu creativo, el aprecio por la naturaleza, y cómo han sabido entrelazar distintos periodos, tejiendo el paisaje y la poesía, la historia y su memoria.

 

La creatividad de Marta Darder. Riesgo máximo. Le cambiará la vida

Esto bien podría ser el anuncio de una trapecista, que lo es, al tiempo que una llamada de atención a salir de la zona hegemónica y de confort del arte. Creo que no me equivoco si me arriesgo a señalar que seremos más felices abandonados a sus propuestas, que descubren una imaginación rebelde y que, aunque no se lo haya planteado, nos motivan a crear y cambiar el mundo. Encuentro que esto es un gran acierto, una huella personal que he ido encontrando en sus distintas obras, y en la disposición de todas, en general. La emoción estética de mirar el mundo cabeza abajo, la pulsión interna, las pistas de cómo rebelarnos, la transdisciplinaridad de los diferentes elementos que usa: hilos, piedras, pigmentos, vídeos, dibujos y poemas.

 

Marta Darder, Fragmento del poema “l’has vist” [Lo has visto] y dibujo Peu mà [pie-mano], 2001.
Tinta sobre papel hecho a mano, 20 x 25 cm

Marta Darder ha introducido la poesía en los muros, y ésta se muestra antes como un dibujo articulado, al tiempo que añade contenido a las propias obras. Ese dibujo actúa como una corriente interna, que lleva su propio movimiento a través de ese laberinto expositivo, por las distintas salas, pasillos y escaleras, parando en cada obra. Esta poesía se enrosca y ondula, surco imaginario que ara, ola, ente que se expande como las ondas, y salta del blanco del papel a la pared, y de ahí, a algún lugar de nosotros.

 

L’has vist (2020)

lo has visto

un espacio de nube.
la claridad en la niebla.
aparece el fruto.
la semilla estaba ahí
y era el inicio y el fin.

el tambor, la tuba.
espera.
escucha.
el sonido camina la noche,
la has visto.

camina las rocas,
pies desnudos.
arena de la playa.
corre…
salta…

se sienta de pie,
pierde el aliento,
y lo recupera.
el mar choca,
agua fresca.

una, dos, tres,
todas son nuevas
y viejas
de los griegos
en los siglos

en Empúries
y en Barcino.
memoria,
viento, sol y personas.
todo pasa.

ellas quedan.
están.
nos ven.
se alzan.
la lluvia cae.

¿quién lo dice?
lo dice la gota.
gotas suaves
caen y se sientan,
mudan.

vapor en el aire
una luz
estrella
en cada copo:
magia.

Pregunta
rompe cabezas
pedazos de historia,
juego.

juego de miel
y gira y canta.
nada es ·
todo
escultura, árbol

la salida
ha salido
una cuerda
y el remolino,
el viento

cae la garganta
un lobo
la cueva
la piedra
la roca

la has visto
salta la sal
permanece el agua
hielo no está
arena sí

trepa el grano
al borde
hay
¿qué hay?
hay

¿qué dices?
no lo sé.
¿por qué dices?
no lo sé.
sé que no sé. o no

lo sé.
la roca
me dice
y calla.
sabe.

ella sabe
lo sabe todo
y nada
calla y ríe
me traga1.

 

A nivel experimental, Marta escoge zonas del espacio poco habituales para colocar sus obras, que obligan al espectador a cambiar el cómodo registro de la línea media del ojo. Algunos de sus vídeos están colgados en las esquinas superiores de las paredes, tocando techo. También lo que sucede en ellos funciona al revés de cómo lo conocemos. Por ejemplo, la cascada no cae, sube. Las hojas no se desprenden de los árboles en otoño, sino que ascienden a las ramas desnudas, que las esperan.

 

Marta Darder, Riu mirall2 [río espejo], 2020. Fotograma del vídeo

En una de sus instalaciones El cel plora: núbols i llàgrimes [el cielo llora: nubes y lágrimas], 2020, las nubes tocan el suelo, y las gotas no son de lluvia, sino lágrimas que ascienden. Durante la inauguración su obra Tors [torso] cambió de aspecto, convirtiéndose en Tors amb pigment vermell [torso con pigmento rojo]. La obra Bosc de pedres [bosque de piedras] fue el origen de Constel·lació del Bosc de pedres, que realizó los días posteriores a la reapertura de la exposición, los dibujos reproducen las piedras, la historia de cada una, el lugar y el año donde fueron recogidas. Encuentro que esta dinámica de exposición es también una invitación a que la acompañemos en su experiencia vital. Nos ha dejado palabras, accidentes que salen de la pared y conforman una escalera imaginaria. Desde algún lugar se la oye: ¡Salta! ¡Crea! Salimos de la exposición con ese deseo de crear y confrontar nuestras certezas.

 

Marta Darder, Tors amb pigment vermell [torso con pigmento rojo], 1996-2020.
Mármol de Macael y pigmento, 55 x 25 x 17 cm /
Bosc de pedres [bosque de piedras], 2020. Instalación, técnica mixta /
Constel·lació del Bosc de pedres [constelación del bosque de piedras], 2020.
Dibujo sobre papel de arroz, técnica mixta, 160 x 170 cm

 

Momento de la acción Calc [calco], Barcelona, 2020

 

Las piedras, además de su particular composición y estructura, quedan sumidas en la memoria del tiempo, que las modifica, como recuerda Marguerite Yourcenar en El tiempo gran escultor. El tiempo graba en ellas accidentes singulares, sucesos que conservan la memoria de los lugares, y es con este sentido que Marta Darder ideó la acción Calc3 [calco], que tuvo lugar en una parte de los vestigios que quedan de Barcino (Barcelona), también llamada Colonia Iulia Augusta Faventia Paterna Barcino del Imperio Romano. Esta acción, que tanto tiene que ver con el lugar, la memoria y la colaboración, consistió en realizar gofrados sobre las piedras que formaban una antigua construcción, bastión defensa y resistencia de la ciudad, que data del siglo III. En los papeles gofrados quedaron impresas las huellas, accidentes, tallas y texturas. La acción se completó con grabados por frottage, dibujos y poemas, recitados e improvisados. Después, el grupo, tras un largo recorrido a pie, depositó los enormes papeles en la exposición.

 

On the rocks, con Míriam Fèlix (chelo), Anna Subirana (voz), Adriana Valle y Marta Darder (movimiento).
Improvisación / Piedra del Montnegre y pigmento rojo, después de las acciones, 2020

 

Adriana Valle. Iluminar el interior de la tierra

Toda la obra de Adriana Valle está atravesada por su experiencia en el paisaje de Olzinelles, el Montnegre. Mur de pedra seca [muro de piedra seca] fue la acción no realizada, que consistía en la creación de un muro de piedra sin argamasa, llamado piedra seca. Las piedras seleccionadas, de la montaña del Montnegre, son de un color pardo negruzco. La elección de estas piedras señala una intención emocional, al subrayar el lugar de donde provienen. Las dejaron preparadas formando diversos montículos, agrupados por tamaños, una selección necesaria para realizar este tipo de muro. Su colocación parece un rompecabezas. Las formas y los tamaños de unas han de coincidir con el hueco que dejan las otras. El sentido práctico de este tipo de construcción tenía para Adriana una intención simbólica, al relacionar las piedras y sus tamaños con los individuos; la importancia única de cada sujeto y su valor en la sociedad. El día de reapertura de la exposición, después del confinamiento, las autoras improvisaron una performance-celebración, junto a Miriam Fèlix, y Anna Subirana, chelista y cantante, respectivamente. Cambiaron las piedras de lugar, hicieron una pequeña torre, las pigmentaron de rojo y depositaron flores e hierbas aromáticas del Maresme.

 

Adriana Valle, Després de néixer I (noguera) [Después de nacer (nogal)], 2020. Carbón sobre papel /
Marta (el fil d’Ariadna) [Marta (el hilo de Ariadna], 2020. Acuarela sobre papel

 

En toda la obra de esta artista hay una voluntad de comunicar la magnitud de la naturaleza, desde los pequeños frutos o las yemas que dibuja a las esculturas realizadas con vidrio y con la piel de los árboles. La experiencia con la tierra que transmite es tan intensa que da la impresión que la vida de los seres vegetales tienen un alma, que sugiere la naturaleza simbólica de la que hablaba Julio Caro Baroja (1961). Després de néixer (noguera) [Después de nacer (nogal)] dibuja las hojas plegadas que se extienden, y las presenta en un gran tamaño, motivo por el que Fina Birulés la ha comparado con Georgia O’Keeffe.

 

Adriana Valle, Rosada [rocío], 2020. Vidrio, dimensiones variables /
El paper a la matinada I (la humitat entra al taller)
[El papel al amanecer I (la humedad entra en el taller)], 2020. Lápiz sobre papel

 

En su taller, a primera hora de la mañana, el rocío moja el papel y crea una huella. Dibujará El paper a la matinada I (la humitat entra en el taller) [El papel al amanecer (la humedad entra en el taller)], 2020. También encontramos esas gotas trasformadas en gotas de vidrio, Rosada [rocío], 2020.

 

Adriana Valle, Lluna llaurada [luna dorada], 2020. Incisiones sobre papel de algodón /
El desig d’Abulcàssim [el deseo de Abulcassim], 2019. Corcho y hierro

 

Dos de sus esculturas de gran tamaño han sido creadas con el corcho de los alcornoques, La terra que es pon a la terra [La tierra que se pone en la tierra], 2020 y El desig d’Abulcàssim [El deseo de Abulcassim], 2019. La piel del árbol presenta un corte por donde entra un disco de metal. Una luna llena ilumina el bosque y el interior de la tierra. De alguna forma estas obras recuerdan la fascinación por la poética y magnitud de la naturaleza de pintores como Thomas Moran, Ferdinand Hodler o Willian Bradford.

No he mencionado que justo a la entrada de la exposición, y al lado de sus nombres, había gran ramo de hierbas aromáticas y flores. Estaban atadas formando una cruz. Recordaba la tradición pagana que consistía en recoger hierbas, atarlas haciendo cruces en la noche de San Juan, para colocarlas a las entradas de las casas, puertas y ventanas. El ritual, que no tenía nada que ver con el santo, señalaba el tiempo de formar ramos nuevos y desprenderse de los viejos. El ramo enlaza con la idea de protección, sanación, celebración y, reconecta con ese lenguaje de la exposición, que requiere audacia, aceptar retos, compartir la profundidad de un paisaje interior, real e intangible, que nos recuerda que la montaña respira, que las piedras recuerdan.

 

Marta Darder y Adriana Valle, La pell dels astres, Espacio Carme Biada Montserrat Roig , Casa Elizalde, Barcelona. Del 5 de marzo al 9 de julio de 2020. 

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Marta Darder es Doctora en Filologia Clàssica. UAB (1993) y Licenciada en Bellas Artes UB (2001).

Adriana Valle ha estudiado en la Escuela Massana de Barcelona y en los talleres de los pintores Isidro Manils y Xavier Serra de Rivera.

 

Notas:

1 L’has vist (2020) poema de Marta Darder. Quisiera señalar que cualquier error en esta traducción es solo mío. Comparto algunas consideraciones y dudas. El verso l’has vist lo he traducido por Lo has visto y la has visto, intentando mantener la ambigüedad de género del texto original. El verso m’empassa, me traga, podría haber sido me atraviesa. Y, grimpa el gra, trepa el grano, podría haber sido, salta el grano.

2 El vídeo Riu mirall, fue un proyecto de Martar Darder. Realizado por Elena Calle y encargado para La pell dels astres.

3 La acción Calc sobre la muralla romana de Barcino, Barcelona, fue realizada el miércoles 11 de marzo de 2020. Agradecimiento especial a Carme Miró i Alaix, responsable del Pla Bàrcino, Servicio de Arqueología de Barcelona.

 

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