CATACLISMO

CRISTINA SAVAGE: “QUITANDO LO VIEJO”

CRISTINA SAVAGE: “QUITANDO LO VIEJO”
Isabel Garnelo Díez

Existe en la historia del arte feminista un tema que vemos tratado reiteradamente desde una perspectiva que lo hace único y enormemente productivo. Se trata del llamado Arte del mantenimiento, según el término acuñado por la artista Laderman Ukeless, o arte de los cuidados. Esta formulación semántica engloba aquellas prácticas que sobre todo se hacen visibles a partir de los años sesenta, con el despliegue del arte conceptual y de las reivindicaciones del feminismo en paralelo a estas prácticas, dentro de las cuales, el paradigma esencial lo podría constituir el trabajo de la artista americana Mierle Laderman Ukeles (1939), quien en el año 1969, después de tener a su primer hijo, comienza un proyecto que bajo el título de Arte de Mantenimiento (Maintenance Art) se prologará hasta 1980. Tal vez una primera intervención que pudo servir de inspiración años más a tarde a Mary Kelly (1941), en su trabajo titulado “Documento Post-Parto” (Post-Partum Document), de 1973-79. No tanto en el concepto pormenorizado de este trabajo, que tiene múltiples aspectos, sino en el hecho de permitir entrar en el museo la relación de tareas, trabajos y actividades relacionadas con el trabajo de cuidados en el caso de Laderman, y las formas repetitivas y rituales de los cuidados maternales de acuerdo con las prerrogativas médicas de establecer la diferencia sexual y los cuidados en una época determinada, en el caso de Kelly.

Mierle Laderman Ukeless, Four actions of Maintenance Art, 1973. Wadsworth Atheneum Museum of Art

El proyecto de Laderman, conecta con la política económica del trabajo (Molesworth, 1999), mediante un planteamiento que incluye un manifiesto que tratará de establecer un lugar para los trabajos de mantenimiento personal, general y global. En él, la artista quiere elevar el status de las tareas de limpieza, lo que ella denomina la “nota amarga” después de cada revolución, que se sintetiza en la pregunta sobre quién recoge la basura al día siguiente. A partir de la consideración de dos sistemas básicos, Desarrollo y Mantenimiento, descritos como dos vías que determinan dos posiciones y dos estructuras sociales diferentes, la primera referida a la creación individual, donde se sitúa lo nuevo, el progreso, el avance, el cambio, la emoción, el volar o huir; y el Mantenimiento, que se definiría por mantener la basura al margen de la pura creación individual, preservar lo nuevo, apoyar el cambio, proteger el progreso, defender y prolongar el avance, renovar la emoción, repetir el vuelo. En este orden que la artista examina, el sistema de Desarrollo es un sistema de retroalimentación parcial con mayor espacio para el cambio; mientras que los sistemas de Mantenimiento son sistemas de retroalimentación directa con poco espacio para la alteración. Una reflexión dentro de lo que parece una lluvia de ideas aleatorias, a partir de las cuales Laderman afirma que ella es una artista, es una mujer, una esposa, una madre, y todas estas tareas que conlleva el mantenimiento y que forman parte de la vida diaria de estas figuras o roles sociales destinados a la mujer, aunque no solamente, los va a realizar dentro del museo o la galería, ya que todo lo que ella hace y dice es arte. Es decir, su tarea será su obra.

Es esta postura la que fundamenta la labor de limpieza que Laderman realizará en diferentes espacios, museos, edificios institucionales y calles de la ciudad. En cada uno de estos espacios la obra cobra significados diferentes que se pueden extrapolar al papel de la mujer en el sistema social, político o cultural que representan estos espacios y, desde luego, la presencia de la artista en el acto específico de limpiar en ellos nos indica esta dirección.

Janine Antoni, Loving Care, 1993

En una línea muy diferente se sitúa otra artistas performer como es Janine Antoni (1964), que sin embargo coincide con Laderman en algunas intervenciones en las que el cuerpo forma parte directa de la obra, aunque en el caso de Antoni, en el momento de la exposición su cuerpo no está presente más que por los indicios en las piezas expuestas que han sido transformadas mediante actos de devastación realizados con el cuerpo como herramienta. Pero Antoni también realizó, de forma presencial en alguna ocasión, la acción de pintar con su pelo el espacio expositivo. Una pieza que trata igualmente de los cuidados y el mantenimiento; no es casual que lo que la artista utiliza como pintura sea un tinte de cabello llamado “Loving care” que precisamente da título a la acción realizada en 1992. Una obra que trata, como señala Ana Pineda (Pineda, 2013), entre otras lecturas posibles, de los significados sociales y culturales de teñirse el pelo y de hacerlo en público. Del tiempo de dedicación y las actitudes que necesita y conlleva el ocultar el paso del tiempo reflejado en los cambios de color del cabello de las mujeres. También podemos leer en esta obra un ejercicio en cierto sentido opuesto al de Laderman. Si Laderman limpia el museo, Antoni lo ensucia, lo tiñe como si tratara de ocultar los efectos del tiempo que dejan a la vista la decadencia social del arte.

Estíbaliz Sádaba, The Garbage Girl, 2007

En el año 2007, la artista vasca Estíbaliz Sádaba (1963) realiza el vídeo titulado “The Garbage Girl (manteniendo el mundo del arte)”, y como música de fondo “El Vals de las flores” del Cascanueces de Tchaikosky, que representa la puesta en activo de la performance de mismo título realizada en el año 1972 por Laderman. Aquí Sádaba incide sobre la posición de la mujer en el sistema del arte con la puesta en museo de una acción que por su necesaria repetición reiterada a lo largo de las últimas décadas por diferentes artistas, no deja dudas de su necesidad de reflejar el hecho sintomático del desplazamiento de la mujer artista en el sistema del arte.

En el contexto andaluz, y más específicamente malagueño, la joven artista Cristina Savage (1979), se ve impelida a limpiar los museos, como ella misma relata, después de asistir al curso Género, exclusión social y museos impartido por Marian López Fernández Cao, en el Museo Picasso Málaga. La artista hace su primera incursión en el Museo Centro de Arte Reina Sofía el 11 de enero de 2018. Savage, vestida con un uniforme blanco y con una bayeta en la mano, se hinca de rodillas por las salas del MNCARS para “limpiar las manchas de machismo” a la vista indiferente de visitantes y vigilantes. La siguiente acción de limpieza la realiza Savage, motivada en esta ocasión por los datos publicados por MAV (Asociación de Mujeres en las Artes Visuales), en ARCO 2018, donde solamente había un 25% de mujeres exponiendo. Repite la acción en Art Marbella, armada en este caso con los datos recopilados por ella misma, 27% de mujeres artistas frente al 73 % de hombres en la feria de 2018.

El 29 de noviembre de 2018, como nos cuenta la propia Savage, junto a Sara Sarabia, artista y galerista de La Casa Amarilla en Málaga, presentó el proyecto de la limpiadora en DataBeer, dentro del marco de actividades programadas para Talent Woman 2018, donde recibió un gran apoyo y el interés del público presente en la ponencia, especialmente cuando informó que tenía la intención de llevar la acción al Centro Pompidou de Málaga, invitando al público a que buscaran el nombre de alguna mujer en el folleto de la colección. Como señala la propia artista, “el porcentaje de mujeres dentro de los museos y centros o ferias de arte, depende de la plantilla de limpiadoras”. Ya no hay que desnudarse para ser una mujer expuesta en un museo, comenta Savage haciendo alusión a las tácticas urbanas de las Guerrilla Girls: “Hay que arrodillarse a limpiar. Terrorismo higiénico contra el machismo en el arte”.

Es interesante escuchar a Savage relatando cómo guarda meticulosamente todo lo que saca de estas limpiezas, metiéndolo en contenedores de plástico que va guardando en la nevera. Estos materiales incluirían las propias bayetas con las que limpia. Que en la última acción realizada en Málaga, ha servido de papel de carta para escribir un texto reivindicativo dirigido a la dirección de la institución. Una suerte de arqueología del limpiar sobre lo limpio en términos literales, pero donde aún así siempre surgen elementos, por diminutos que sean, que es necesario extraer y eliminar de la vista del público; como al parecer ocurre con las artistas.

El 20 de enero de 2019, Savage lleva la acción al Centro Pompidou Málaga. En esta ocasión ya no la ejecutará ella sola, sino con siete creadoras de la ciudad que, una vez dentro del museo, se vistieron de uniforme blanco llevando una bayeta rosa o azul en la mano iniciando poco después la tarea de limpieza mientras los visitantes al centro eludían mirar en su dirección. Bajo el título de “Quitando lo viejo”, recorrieron las salas del centro y limpiaron de rodillas el suelo bajo las obras o alrededor de ellas. En esta ocasión, sí que los vigilantes llamaron a dirección para dar cuenta de lo que estaba sucediendo en las salas. Indudablemente no es lo mismo ir sola que en grupo; y el hecho de que hubiera un número importante de personas con cámaras haciendo el seguimiento de la acción, aumentó la atención sobre ellas provocando la intervención del guardia de seguridad, que amablemente les indicó el camino de salida. Pero no antes de que las siete limpiadoras rindieran un silencioso homenaje colocándose delante del cuadro de la pintora Séraphine Louis (1864-1942), que fue una criada y pintora autodidacta francesa, de quién el Pompidou tiene una obra en la colección expuesta atualmente en Málaga.

Cristina Savage (Connecticut, USA, 1979) es una artista plástica conceptual y performer que creció en Hong Kong en el seno de una familia multicultural. En el año 2002 se graduó en Bellas Artes por Skidmore College, Saratoga Springs de Nueva York y desde 2003 reside en la ciudad de Málaga, en donde trabaja diseñando e impartiendo talleres en el Museo Picasso Málaga. Es en esta ciudad andaluza en donde inicia su carrera artística tras ser invitada a formar parte de la Bienal Miradas de Mujeres 2016, en el Ateneo de Málaga, con su exposición “Home is Where The Heart is”, comisariada por Yolanda Ochando y Luis Ordóñez. Su obra se ha mostrado desde entonces en las ferias de arte Hybrid (Madrid, 2018), MOA (Sevilla 2017), Art&Breakfast (Málaga, 2016) de la mano de La Asociación Cultural La Casa Amarilla Artes y Audiovisuales y Admiral Art Partners. En septiembre del 2017 participó en una residencia artística de Utne, Noruega que marcó una nueva etapa y transformación en su lenguaje escultural. Además, la artista ha colaborado con el Centre Pompidou de Málaga, CAC Málaga, la escuela de fotografía Apertura, Arte TV, Universidad de Málaga y con Villa Puchero Factory (VPF).

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Referencias:

Helen Molesworth. “Cleaning up in the 1970: The work of Judy Chicago, Mary Kelly and Mierle Laderman Ukeles”, en Rewriting Conceptual Art. Reackton Books, 1999.

Ana Pineda. “La ausencia de audiencia en el arte perfomativo de Janine Antoni”, Revista Situaciones nº 2, 2013. Consultado el 28/01/2019.

Mierles Laderman Ukeles. “Manifesto for Maintenance Art, 1969”, Centro de Arte Arnolfini de Bristol. UK, 2013. Consultado el 28/01/2019.
https://www.arnolfini.org.uk/blog/manifesto-for-maintenance-art-1969

Cristina Savage, “Quitando lo viejo”. Terrorismo higiénico contra el machismo en el arte, Acción realizada en el Centro Pompidou, Málaga, 20 de enero de 2019.

Fotografías de la acción: Javier Palacios Prieto.

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