Pilar Citoler, Amparo Lozano y Catherine Coleman McHugh en la Casa Encendida, Madrid.
Fotografía: Marisa González.
EN MEMORIA DE CATHIE COLLEMAN
Marisa González,
ex vicepresidenta de MAV
La socia de MAV Cathie Colleman (1947) nos dejó el día 13 de octubre de 2017 tras una larga enfermedad.
Norteamericana de nacimiento en el estado de Nueva Jersey, fue en Nueva York donde se licenció en Historia del Arte. Al concluir la carrera se trasladó a España en el año 1967, no convalidándole los estudios americanos por falta de convenios entre los dos países, se incorporo a la Universidad Complutense de Madrid para licenciarse de nuevo en la Facultad de Geografía e Historia en el año 1973. Posteriormente obtuvo el doctorado cum laude por la misma universidad.
Comenzó a trabajar en la Subdirección General de Bellas Artes del Ministerio de Cultura con Isabel Cajide, posteriormente con Ana Beristaín y por ultimo con Carmen Jiménez hasta el año 1989 que comienza a trabajar en el entonces denominado Centro de Arte Reina Sofía. Mediante oposición, obtuvo la plaza de conservadora jefe de fotografía del museo donde trabajó hasta su jubilación. Creó el primer Departamento de Fotografía del museo.
Fue una de las responsables de que la fotografía contemporánea fuera reconocida e incorporada a las colecciones tanto privadas como estatales.
Como experta en fotografía, formó parte de numerosos jurados, entre otros del Premio Nacional de Fotografía en tres ocasiones.
Publicó varios libros y comisarió exposiciones tanto en el museo como en otros centros.
Comprometida con el feminismo, perteneció a MAV desde su creación y siempre estuvo presente acompañándonos en todos los eventos que organizamos. Fueron muchos años los que fuimos amigas, aunque no coincidimos en los horarios, ya que ella era noctámbula y yo diurna. Desde mi estudio, le hicimos la Wikipedia, se lo merecía.
Mujer muy alegre y divertida, pero con problemas constantes de salud y familiares que interfirieron y dificultaron el transcurrir de los años con la naturalidad y simpatía que la caracterizaba. Fue discreta siempre y nunca pidió ayuda en la adversidad, no le gustaba despertar compasión.
Asistimos a la ceremonia de despedida que organizó uno de sus dos hijos en Madrid, allí estuvimos todos recordándola.
Adios Cathie.
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