CATACLISMO

ENTREVISTA A CONCHA JEREZ

Performance-de-Concha-Jerez-Selfcensured-time-Performance de Concha Jerez Selfcensured time

María José Magaña entrevista a Concha Jerez, con motivo del reciente Premio MAV 2012.

Una mujer, Concha Jerez, que mira hacia adelante
Es una conversación entre amigas, de la que me interesa entresacar las anécdotas vitales que han ido dando forma a la artista, que nunca ha enmascarado a una mujer de pensamiento sólido y de compromiso férreo con la vida y por supuesto con la profesión, y que siempre mira hacia delante.

MJM- ¿Cuándo tomas la decisión, si es una actitud consciente y premeditada, de ser artista, con la implicación total que te caracteriza?

CJ- En los años 70, cuando mi hijo tenía tres años y medio y mi hija casi dos, decidí dedicarme a las Bellas Artes. Anteriormente, en los años 60, intenté estudiar Dirección de Cine en París. No quería dedicarme a la música clásica, en la que me estaba formando desde pequeña, ni trabajar en algo relacionado con mis estudios de Ciencias Políticas.

MJM- En cuanto a tu formación: ¿Terminaste las carreras de piano y políticas? ¿Cómo han influido en tu trabajo creador? ¿Te plantearías ahora tu carrera de artista, desde la voz de la experiencia, de otro modo?

CJ- No acabé ninguna de las dos, aunque me faltó muy poco…
Me fui a EE.UU. con una beca, que me alejó del piano y, sin embargo, me acercó a las Ciencias Políticas por la variedad de asignaturas que englobaban, dado mi gran interés por todo: la Sociología, la Filosofía, la Economía, el Derecho, etc.
Estoy satisfecha con mi formación y creo que volvería a hacer lo mismo; sobre todo, en lo que respecta a la música clásica. Las estructuras de Bach, que son de una riqueza extraordinaria, están muy presentes en mi obra.
Las Ciencias Políticas me han acercado al mundo de la creación desde la reflexión, de una manera para mí bastante interesante.
Para formarme en Bellas Artes, asistí durante tres años al Estudio Peña, con una metodología tradicional, con dibujo del natural. A partir de ahí pasé a afrontar mi trabajo en solitario.

MJM- Me ha sorprendido tu gran interés por el cine, ¿de qué manera está presente en tu trabajo?

CJ- Voy semanalmente al cine a ver películas de calidad. Me parece un arte extraordinario. También veo cine en casa por la noche, aunque en una pantalla pequeña. Me interesa mucho descubrir el cine realizado por directores no europeos y el que dirigen en la actualidad muchas mujeres cineastas, tanto europeas, como de Oriente Medio.
Comencé a apasionarme por el cine a partir de mi descubrimiento en París de la Nouvelle vague, con su diferente manera de entender la narrativa del cine, el sonido, el trasfondo literario, etc.
Me siento bastante ligada al cine. Sin embargo, cuando hago vídeo –lo cual me apasiona–, mi acercamiento a la imagen en movimiento es de una manera completamente distinta a la cinematográfica. Para mí, la imagen videográfica me proporciona toda la libertad que necesito para expresar mis ideas.

MJM- ¿Qué directores de cine destacarías, o cuáles crees que te han influido más?

CJ- Me han interesado muchos directores de cine como, por ejemplo, Ingmar Bergman que descubrí en EEUU cuando se estrenó El Séptimo Sello, sobre todo por su sentido filosófico y metafísico.
A veces pienso que si hubiera estudiado cine en París, hubiese coincidido con la Nouvelle vague. Me parecen extraordinarios los textos de Marguerite Duras, Resnais, Truffaut, etc. Agnès Varda, me parece extraordinaria, llena de vida y de creatividad. Últimamente ha transitado del cine a ser artista visual y ha realizado obras de forma muy original.
En general, me interesa mucho el cine europeo, el francés que considero de gran calidad, el alemán, el cine italiano de Fellini, Visconti, Pasolini, Bertolucci, etc.

MJM- ¿Y qué hay de Buñuel? El mundo de los objetos, cuidadosamente dispuestos en tus instalaciones, a veces puede evocar al surrealismo…

CJ- Buñuel me parece un auténtico maestro del surrealismo, muy implicado y ligado al carácter hispano, a la historia y herencia de Goya. Es esencial. Goya me parece un referente, el gran precursor del siglo XX.

MJM- Volviendo a escudriñar en tu pasado, si me lo permites… Has mencionado a tu padre y su relación con el mundo del arte, y ¿qué papel juega tu madre en tu vida artística? Las que la conocemos, sabemos de su gran fortaleza y valentía para afrontar la vida.

CJ- De ambos he tenido todo su apoyo. A mi padre no le parecía muy apropiado que las chicas se dedicaran al arte, a dibujar del natural…
A mi madre le debo un respaldo total, la amplitud de miras, la tolerancia, el interés por todo, que ya le había inculcado su padre, es decir, mi abuelo –un catalán del mundo, extraordinario–. Mi madre, si era necesario, discretamente, convencía a mi padre…
La verdad es que no puedo quejarme de mi infancia. Una chica de mi edad, hija única, en aquellos años 50, y que mis padres me dejaran viajar a EE.UU. con diecisiete años.
Yo gocé de unas libertades que no eran frecuentes en la época: me quedaba hasta la madrugada estudiando en la Biblioteca del Ateneo, viajaba y me relacionaba como yo quería.

MJM- Y ahora nos situamos en la actualidad, y en la razón que ha motivado esta conversación: ¿Por qué perteneces a una asociación como MAV y cuál consideras que es su sentido en estos momentos?

CJ- Me parece que se necesita una asociación específica como MAV para luchar por la presencia de las mujeres en el mundo de las artes visuales y visibilizar así la situación y los problemas. Por ejemplo, hay una mayoría de mujeres estudiando Bellas Artes, pero luego no están presentes suficientemente en las galerías, en los museos, en los puestos directivos, etc. Creo que desde MAV se está haciendo un buen trabajo partiendo de la investigación. MAV es una asociación seria, que profundiza en el estudio a la vez que actúa para que se cumplan las leyes.
Las diferencias sociales no están superadas, y todavía las reivindicaciones son necesarias.

MJM- Cuentas con un reconocimiento en el mundo del arte, eres considerada parte de la historia del arte español, con obra en la colección del Museo Reina Sofía, con la Medalla al Mérito en las Bellas Artes en el 2010, etc. ¿Qué ha supuesto el premio de MAV? ¿Crees que tienen validez este tipo de acciones?

CJ- Yo me siento muy honrada por haber recibido el premio de MAV, y creo que su existencia tiene todo el sentido. No es habitual recibir un premio por tu trayectoria profesional, y me consta que hay muchas artistas y mujeres dedicadas al arte que lo merecen. Hace falta y es necesario, ya que tampoco estamos equiparadas en reconocimientos a los hombres. Este año, ha sido muy claro, se ha dado visibilidad a la investigadora Bea Porqueres, y a la gestora pública Maite Solanilla que, de otro modo, su labor seguiría permaneciendo en la sombra…
Otro ejemplo: este año se ha eliminado el Premio Velázquez de Artes Plásticas que, por ahora, en las ediciones que lleva, solo se ha dado a una mujer, la colombiana Doris Salcedo, y a ninguna artista española. Me pregunto si se ha evaporado solamente por cuestiones de dinero o es un síntoma más de la falta de apoyo en el mundo de la creación y la cultura, y todavía más, en relación a las mujeres.

MJM- Los temas de Género y el Feminismo subyacen en tu obra, aunque no son evidentes. ¿Crees que en algún momento de tu trayectoria han estado más presentes?

CJ- A la hora de hacer arte no me planteo si es una cuestión de Género o no. Mi obra depende del concepto que quiero desarrollar en ella, del lugar donde la hago… Para mí es esencial el trabajo in situ, y me dejo empapar por las problemáticas que me sugiere el lugar y mis preocupaciones del momento.
Es verdad que he tenido numerosas invitaciones para exponer en proyectos sólo con mujeres artistas, como en el Museo de Wiesbaden en el año 90; en la exposición actual Desnudando a Eva. En el 93, en Graz, en Interference Landscapes (Paisajes de Interferencia), que es la exposición más feminista que he realizado, donde de forma coincidente con un simposium de mujeres del arte, intervenía, entre otras cosas, las setenta y dos sillas que se iban a usar con muñecas Barbie y con el texto Interference Unit, incitando a tod@s las participantes a reaccionar contra los estereotipos retrógrados.
Algunas de mis obras tienen un gran componente feminista, porque han salido así. Yo las defiendo, pero siempre he tenido mucho cuidado con no ponerme una pancarta, aunque admiro a las artistas que trabajan de una manera claramente combativa, como las Guerrilla Girls.
En mi discurso, la mujer es una pieza esencial, pero no es lo único. Mi obra: Retrato de Rosario, ha tenido necesidad de existir. En otras muchas obras incluyo elementos como zapatos de mujer, encontrados en la calle, casi siempre uno, a modo de fragmentos de situaciones que me dan mucho que pensar, que dejo ahí como punto de meditación, lo cual me interesa más.
Admiro por ejemplo a Esther Ferrer con su obra de los sexos, o con los aviones consoladores, pues son obras que tienen necesidad de existir de ese modo, y son impecables formalmente.

Inst-Interference-Landscapes-2-JPEGInstalación Interference Landscapes

MJM- El pudor recubre tu actitud de posicionamiento ante las injusticias. En absoluto esquivas la crítica social, pero no la haces evidente. Tu obra no funciona como un panfleto, tiene un mensaje reposado que se sitúa bajo varios extractos. ¿Cómo planteas en tu obra la denuncia a determinadas situaciones que te disgustan?

CJ- Siempre he rechazado radicalmente el hecho de que pudiera convertirme en una artista “carroñera”. Lo social es una materia muy delicada, y por ello hay que trabajarlo con mucho cuidado. Lamentablemente creo que hay artistas con mucho éxito que lo emplean de forma “carroñera”, utilizándolo como mercancía fraudulenta. Hay que provocar que la sociedad comprenda los mensajes, sin la evidencia de lo fácil y obvio.
Volviendo a Goya, seguro que él no pensó que sus Pinturas Negras se convertirían en iconos o retratos de una época. No lo hizo con ese sentido, casi las ocultó… Las realizó para él mismo porque sentía la necesidad de que existieran.
Esto es muy importante como actitud, por ejemplo, a la hora de afrontar los temas de Género relacionados con la violencia y la desigualdad.

MJM- ¿Qué temas añadirías, como referentes en tu trabajo, además de la música, la poesía, el compromiso, la ironía, la complejidad intelectual, el papel del artista, el juego, etc.?

CJ- Me muevo entre todos y mi mundo los engloba. Como metodología, trabajo en y a partir del lugar. Me considero nómada. Mi vida ha transitado entre muy diversos territorios, al principio moviéndome entre África –viví allí hasta los catorce años–, Canarias y finalmente Madrid con incursiones semanales a Salamanca (he enseñado en la Universidad de Salamanca entre 1991 y 2011). En los 60 viví un año en París y visito esta ciudad siempre que puedo. A partir de mediados de los 80 he viajado mucho, por razones de trabajo, a bastantes países, sobre todo europeos. Finalmente, en los últimos años mis viajes se han ampliado a Latinoamérica, sobre todo a México.
Pero, volviendo a mi obra, sitúo mis raíces en el lugar donde desarrollo mi trabajo. De ahí la importancia de mis acciones, privadas y públicas, que me permiten la relación con el mundo, huyendo de lo estático. A veces el proceso de la acción lo desarrollo interactuando con el público.
Entiendo el arte como forma de conocimiento. Lo que me interesa del espectador es generarle cuestionamientos, provocar movimiento en su pensamiento.

pieza-musica-diaria-detall-2Detalle de la Instalación Música diaria

MJM- Entonces ¿La comunicación es importante en tu obra, por otro lado considerada por ti misma hermética? ¿Qué esperas del público?

CJ- Mi obra parece fácil a primera vista, pero es hermética. No es comunicación, pues no hay ida y vuelta, no se modifica con la respuesta. La interactividad es un juego que parece más libre de lo que en realidad es… las cartas están previamente marcadas. Yo pongo ahí la obra, y ya no depende de mí. Me parecen muy curiosas las reacciones del público, que a veces están muy alejadas de mi planteamiento previo, y por ello siento mucha curiosidad al respecto. Las obras las comparo con los hijos, con su vida independiente. Me gusta observar mis obras desde fuera y analizarlas para conocerme a mí misma. Insisto en que es un viaje unidireccional, en el que mi obra vuela por sí misma.

MJM- Y ¿qué hay del papel del lenguaje y la palabra? ¿Y de la tecnología como concepto o como herramienta?

CJ- Las imágenes son menos abiertas que las palabras. Me interesa mucho el lenguaje como materia prima, y que las imágenes y las palabras vayan por separado. De esta manera, en mi opinión, se agranda el espectro.
La tecnología es una herramienta que uso, como cualquier otra, según lo que quiera desarrollar. En mis trabajos individuales soy perezosa para la complejidad tecnológica, y uso la menos posible y la menos arriesgada porque me fastidia que dé problemas. En los proyectos complejos, en trabajos comunes con José Iges, utilizamos la tecnología con su dificultad porque muchas de esas obras no se podrían llevar a cabo de otra manera.

MJM- ¿Te sigues definiendo como artista «interMedia»?

CJ- Por supuesto, es un concepto muy oportuno y premonitorio de Dick Higgins, que consiste en usar diversos medios de creación simultáneamente. Me interesa mucho la creación con la radio y también con la televisión, pero en ésta última es casi imposible trabajar en España. Es un error pues mientras que en Europa y EE.UU. se han realizado proyectos interesantes en ocasiones, aquí se ha desperdiciado su potencial.
Ha sido muy importante para mí el trabajar con José Iges en el Radioarte, pues aunque en mi obra particular no me complico tanto, si me considero muy interesada en el cruce entre las diversas disciplinas y herramientas procesuales.

MJM- Le has nombrado numerosas veces, desde 1989 formas pareja artística con José Iges, ¿qué ventajas o desventajas consideras que tiene el trabajar de forma conjunta?

CJ- Efectivamente Iges y yo trabajamos en proyectos comunes desde 1989, aunque siempre hemos simultaneado esta práctica con nuestro trabajo individual.
Obviamente para nosotros no ha sido complicado el trabajo en común, aunque tenemos dos acercamientos muy diferentes, y discutimos bastante en nuestros proyectos, en el sentido anglosajón del término.
Lo principal es que nos podemos permitir una plataforma común que nos ha ayudado a presentar un discurso común. Por ejemplo, en estos momentos estamos presentando, hasta el próximo mes de mayo, el conjunto de nuestro archivo común sobre Expanded Radio (La Radio Expandida) en el Museum Wesserburg de Bremen, a la vez que mostramos una versión de nuestra Instalación InterMedia ARGOT, como un ejemplo de los proyectos que se integran en dicho archivo.

JEREZ-IGES-ARGOT-San-Antonio-AbadInstalación ARGOT con Pepe Iges, en San Antonio Abad

MJM- ¿Hay algún lenguaje con el que te sientes más identificada en este momento, o el lugar donde te ubicas es entre la complejidad de todos?

CJ- Absolutamente en la complejidad de todos porque depende mucho de dónde y cómo se genera el proyecto. Me siento muy cómoda desarrollando todas mis facetas a la vez, sobre arenas movedizas.

MJM- ¿Te sigues considerando dentro del Arte del Concepto? ¿Qué hay de tu faceta Minimal o Povera, pertenecen ya al pasado y ahora estás en otra onda?

CJ- Sigo partiendo del concepto en mi trabajo. Muy al principio sí trabajé bajo un prisma minimalista durante un corto período pero desde el 74, con mis Escritos ilegibles autocensurados, lo que me interesa es profundizar y estratificar la obra partiendo del concepto, y no solo a partir del lenguaje, sino utilizando diversos medios.

MJM- Recapitulemos en unos segundos tu intensa trayectoria, ¿podrías destacar un solo proyecto?

CJ- Me resulta muy difícil destacar aquí un solo proyecto. Es muy complicado, ya que muchos de los individuales y de los comunes se generan y modifican en el tiempo. Muchos de mis proyectos, aunque tengan paradas terminales, se van desarrollando en un continuum.
Por ejemplo, el proyecto común de Iges y mío ARGOT, que surgió como proyecto conjunto en el Museum Moderner Kunst de Viena y en Kunstradio (ORF), fue transformándose en distintas etapas: en Colonia, en el Museo de Bellas Artes de Vitoria, en la terraza del CGAC, en San Antonio Abad del CAAM, en los Institutos Cervantes de Frankfurt y Bruselas, en la Fonoteca Nacional de México, en La Recoleta de Buenos Aires, y ahora se muestra en el Museo Wesserburg de Bremen.
Otro ejemplo, éste en mi obra individual, es el proyecto InterMedia Paisaje de palabras que originariamente fue creado para el Koldo Mitxelena Kulturunea, y posteriormente fue ampliándose en el Instituto Cervantes de Berlín, en el de New York, hasta llegar al Círculo de Bellas Artes para celebrar el 125 aniversario de su existencia, y de ahí pasó a bifurcarse en la obra común Jardín de poetas creada para la inauguración de la Fonoteca Nacional de México y mostrada en Madrid en el Jardín del Observatorio.
A mí esta forma de trabajar me gusta, y me interesa.
En la actualidad estoy trabajando en un proyecto de Introspectiva en que a través del acercamiento y análisis de mi obra tengo que establecer los ejes fundamentales de la misma. Me resulta necesario el llevarlo a cabo porque he trabajado mucho a lo largo de mi vida –no puedo evitarlo ya que el arte es mi pasión y mi vida– y debo hacerlo personalmente.
También en el trabajo común de Iges y mío, estamos trabajando en el proyecto Expanded Media, a modo de reflexión, clasificación y relectura de nuestros trabajos conjuntos, tanto en la radio, como en performances, conciertos, instalaciones, etc.

Instalación-Jardin-de-palabras-Koldo-2Instalación Jardín de palabras en el Koldo Mitxelena

MJM- Y entre tantos proyectos nuevos ¿dónde quedan las acciones?

CJ- En el 84 realicé mis primeras acciones públicas, en Dinamarca. Antes las hacía en privado, durante el proceso de creación de las obras. En aquel momento mis acciones estaban más ligadas al desarrollo de otro concepto de música cercana a la de los artistas ZAJ y Fluxus, y a su otra forma de hacer música con el tiempo, sin notas con nombres y apellidos, como decía Cage.
Yo siempre he realizado acciones, pero no solo como performer, pues nunca me he especializado en ese género. Últimamente tengo la oportunidad de hacer más performances, lo cual me agrada mucho, pues me permite desarrollar otros parámetros de la creación.

 perf-CAMINANDO-S-TRSVRD-DE-INTERFERENCIASPerformance Interferencias

MJM- Y para ir terminando, echamos un vistazo alrededor ¿cómo ves el papel del artista en el 2013?

CJ- El mismo de siempre. El artista cambia, pero la actitud es la misma de siempre: el construir desde la nada; solo las herramientas son diferentes.
Lo fundamental es avanzar a través de conceptos nuevos. Luego viene la renovación de los lenguajes, pero ello no invalida, por ejemplo, la utilización de procedimientos tradicionales como la pintura, ni la de cualquier otra técnica. Tampoco los géneros tienen necesariamente que desaparecer, puesto que depende de lo que se haga con ellos.
No estoy de acuerdo con los revival de los Neo. ¿Para qué inventar el teléfono mil veces? Hay que inventar nuevas cosas.
El arte es una necesidad y acabará cuando acabe el ser humano. Ante tanta palabrería sobre la muerte del Arte, la muerte del Autor… me identifico totalmente con la frase de Galileo “Eppur si muove”. Hay una necesidad de construir el mundo con nuevas herramientas, y el artista lo hace interpretándolo de nuevo.

perf-MENU-DEL-DIAPerformance Menú del día

MJM- ¿Y el papel de los museos?

CJ- Los museos son las bibliotecas públicas del arte, y por ello deben estar atentos a su evolución, estudiarlo e incorporarlo con mucho cuidado.
Los museos tienen una responsabilidad ética muy seria. Deben hacer lecturas constantes sobre lo que se está haciendo en el arte, y tener en cuenta que existen muchas realidades ya que muchos artistas ya no trabajamos en un estudio sino en todas partes: en los trenes, en los aviones, en las salas de espera, en medio de las tareas domésticas, etc..
Los museos deben de tener extremo cuidado con qué obras pasarán a la historia y cuáles son “pseudo…”. Y por supuesto, tienen que incorporar los discursos y obras de las mujeres artistas de tal modo que se corrija y normalice la verdadera Historia del Arte.
Pero las obras de arte no solo deberían estar en los museos, deberían estar también en los ambulatorios, en las escuelas públicas, en las universidades y, en general en los edificios públicos.
Creo en el papel de lo público para crear conciencia social y educación a través del arte.

MJM- ¿Y el papel de las galerías de arte?

CJ- He tenido la suerte de trabajar con galeristas –más mujeres que hombres–, que se entusiasman y creen con argumentos fundados en la obra de sus artistas, y comparten esa pasión transmitiéndosela a otros, animándoles para que compren esas obras.
L@s galeristas tienen que tener claro dónde empieza y dónde acaba el mercado de verdad y no el ficticio y circunstancial. Deben hacer de introductores de la obra de los artistas generando un coleccionismo privado con criterio. También deben hacer de intermediarios en la formación de las colecciones públicas.
Es verdad que mi experiencia procede más de Europa.

MJM- ¿Y el papel del crítico del arte, como difusor o como generador de opinión?

CJ- El crítico debe desarrollar diversas funciones: captar lo que está sucediendo en el arte, destacar lo que sea interesante e informar y difundir en la prensa y demás medios de comunicación. Esta tarea que, en principio, podría ser muy sencilla, se complica en España por todo el entramado de intereses existente y de los grupos de poder que funcionan activamente en el mundo del arte español.
De ahí el problema que surge con ciertos críticos que generan opinión continuamente, pero no de forma desinteresada.
Complicándolo todo están las publicaciones de arte que exigen pago en publicidad a las instituciones, a cambio de que aparezcan los artistas que exponen en ellas. Mientras que el resto de artistas no son mencionados, hagan lo que hagan.

MJM- Y ya para finalizar ¿cómo ves el sistema del arte español, con pronóstico grave o tiene curación?

CJ- El sistema del arte en España está muy pervertido.
Hay gente muy respetable, pero a la vez el sistema promueve, por ejemplo –como mencionábamos antes–, que se escriba sobre algunos artistas a cambio de que se pague publicidad en el medio donde va a salir esa crítica. Hay demasiados intereses y demasiados mercenarios del arte.
Los propios integrantes del sistema no terminan de creerse al arte español, y usando como falsa excusa su consideración de que es malo, trabajan con artistas del «mundo mundial» para hacerse un currículum cara al exterior.
Yo admiro cómo el Estado francés defiende a sus artistas, dentro –en los FRAC– y fuera de Francia. En España no es así. El Estado español no defiende a sus artistas, por eso en los listados de artistas influyentes apenas aparecen artistas españoles, y cuando aparecen se trata de Picasso, Miró, etc. Es un error histórico el no reconocer lo que se aporta desde el mundo del arte al I+D del Estado español.
Y con respecto a las mujeres artistas es aún mucho más difícil, pues incluso directores de prestigiosos museos apenas han contado con artistas españolas en sus colecciones y en su programación.
Resumiendo: prácticas erróneas y falta de apoyo.

 

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